Internacional

Por qué Johnson rentabiliza el plan fallido de May para el Brexit

  • El pragmatismo del premier ha sido clave para alcanzar el acuerdo con Europa
Theresa May y Boris Johnson (Reuters).
Londres

Resulta difícil sobrevalorar la hazaña de Boris Johnson, quien ha logrado nada menos que persuadir a la Comisión Europea todavía presidida por Jean-Claude Juncker de que cruce líneas rojas trazadas durante meses, convencer a gran parte del núcleo duro eurófobo conservador de que apoye su propuesta y, contra todo pronóstico, ofrecer posibilidades reales de, efectivamente, completar el divorcio el 31 de octubre.

Y todo, en apenas dos semanas, las transcurridas desde que remitiese a la Unión Europea su controvertida oferta negociadora hasta que los Veintisiete impusieron ayer su rúbrica en un texto que invita a cuestionar en qué había fallado Theresa May y qué es, concretamente, lo que su sucesor ha sabido enmendar.

Donde la ex primera ministra había encontrado rechazo, Johnson se las ha arreglado para hallar vías alternativas, tanto en casa, como en el continente.

El único apoyo que no ha podido recabar, como May, es el del DUP. La explicación, con todo, responde a una compleja combinación de compromisos y circunstancias, más que a un don innato para obrar milagros.

Para empezar, Johnson ha transigido con una condición que su predecesora consideraba que "ningún premier británico podría aceptar": sacrificar a Irlanda del Norte.

Pragmatismo

Ante todo, May evidenció ser tan unionista como conservadora, mientras su relevo ha mostrado un carácter más pragmático, focalizado en la meta final y no en las consecuencias. Esta concesión ha sido clave para que Bruselas recogiese el guante y admitiese reabrir un acuerdo que, supuestamente, era intocable.

Este giro otorga un importante capital a Johnson, ya que le permite reivindicar ante su audiencia doméstica, la que le importa, que su narrativa -un clásico bien conocido en España, la batalla del relato- de abandonar sin acuerdo fue crucial para hacer claudicar a toda una UE. La recepción al norte del Canal, con todo, siempre se iba a ver favorecida por su rol como gran patrón del Brexit, a diferencia de una May que había votado por la permanencia.

Así, la disposición del núcleo duro a confiar en él era simplemente mayor por su patrocinio del divorcio, además de que los eurófobos, especialmente los 28 que habían rechazado las tres veces el plan de May, están más que satisfechos con que sea Johnson quien pilote la nueva fase de la negociación, la que definirá el nuevo marco de interacción con el bloque.

Un divorcio más duro

De hecho, lo apuntado de momento resulta alentador para sus ambiciones de ruptura limpia. Indudablemente, la propuesta del premier constituye un Brexit más duro que el de su antecesora, ya que en lugar de aspirar a lazos lo más estrecho posibles, se conforma con un acuerdo de libre comercio que, inevitablemente, hará las relaciones más costosas.

Por si no bastara, lo planteado abre la puerta a la desregularización codiciada por los euroescéticos, ya que confina la competencia en igualdad de condiciones a la declaración política, un texto no vinculante que no compromete a Reino Unido.

comentariosicon-menu2WhatsAppWhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinlinkedin
arrow-comments

Comentarios 2

En esta noticia no se pueden realizar más comentarios

juan
A Favor
En Contra

ERROR DE BRUSELAS dar cancha a este tipo de personajes.

Puntuación 0
#1
Pepote
A Favor
En Contra

Espérate que la Teresa May también lo tenía completamente rentabilizado hasta que se lo tumbaron tres veces seguidas en el parlamento. Hasta que no canta la gorda no acaba la ópera.

Puntuación 4
#2