Internacional

La crisis en el FBI amenaza con retrasar el calendario de Trump

  • Pensaba despedir a Comey antes de la recomendación de Justicia
El presidente de EEUU, Donald Trump. Imagen: Reuters

La algarabía que caracteriza a la Casa Blanca vuelve hacer acto de presencia tras la resaca dejada por la súbita decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de despedir el pasado martes al director del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), James Comey. En una entrevista con la cadena NBC, el mandatario definió al exfuncionario como un exhibicionista en busca de atención.

"Todo el mundo, usted y yo sabíamos que el FBI se encontraba en crisis" señaló Trump, quien hizo mención de la situación de la agencia hace menos de un año. "Nunca llegó a recuperarse".

El presidente fue claro al determinar que su decisión de despedir a Comey estaba tomada incluso antes de recibir la recomendación por parte del Departamento de Justicia, liderado por el fiscal general de EEUU, Jeff Sessions, y su segundo en comando, Rod Rosenstein.

Este último habría amenazado con dimitir de su puesto después de la impresión ofrecida por la Casa Blanca de que el presidente había actuado exclusivamente por la recomendación de ambos.

Durante la jornada del jueves, el director interino del FBI, Andrew McCabe, compareció en el Senado donde contradijo a Trump al asegurar que Comey gozaba de un amplio apoyo dentro de la agencia y negar que éste hubiera perdido la confianza de los agentes y de la opinión pública en general. Al mismo tiempo, McCabe dejó claro que el despido no retrasará la investigación en marcha sobre la injerencia de Rusia en las elecciones presidenciales de EEUU.

El director interino del FBI consideró que la agencia tiene suficientes recursos para investigar la presunta interferencia de Rusia y que no estaba al tanto de ningún pedido adicional de fondos, una petición que podría haber precipitado el despido de Comey. "Si se refieren a la investigación sobre Rusia, sí. Creo que tenemos los recursos adecuados para hacerla y sé que hemos solventado la investigación correctamente".

Sin embargo, dado el alboroto generado a nivel político por esta situación, muchos analistas consideran que parte de la agenda de Trump, con un proyecto de ley sanitario todavía por determinar su futuro en el Senado y la esperada reforma tributaria en pañales, puede sufrir aún más retraso dadas las circunstancias.

Brian Gardner, analista del banco de inversión Keefe, Bruyette & Woods, señaló en un informe que la forma en que se ha gestionado el despido de Comey, "disminuye nuestra confianza en la capacidad de la administración para abordar asuntos grandes y complejos, como la reforma tributaria". "Seguimos viendo un patrón en el cual la Casa Blanca pasa de polémica en polémica sin sentar las bases para grandes anuncios, y no coordina con sus aliados políticos antes de tomar grandes medidas", añadió.

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