
El análisis de las aguas residuales es una herramienta clave para anticiparse a los riesgos sanitarios, activar tempranamente las medidas preventivas y aumentar así la eficacia de las respuestas de salud pública. Por ello, la Agencia Ejecutiva Europea de Salud y Digital (HaDEA) ha suscrito en 2025 una serie de contratos marco, bajo el programa EU4Health, para optimizar la monitorización de patógenos y contaminantes en aguas residuales, un avance crucial para establecer un sistema de alerta temprana ante futuras pandemias.
Los contratos, distribuidos en tres lotes, potenciarán el desarrollo de un sistema de vigilancia global que asegure la detección rápida de amenazas sanitarias emergentes. El primer lote se encarga de la provisión de suministros, equipos y servicios de entrega/envío. El segundo realiza mediciones de patógenos y el tercero está especializado en mediciones de contaminantes de preocupación emergente en muestras de aguas residuales no tratadas. Su objetivo es suministrar equipos y servicios para cuantificar patógenos y contaminantes emergentes en muestras de aguas residuales sin tratar, recogidas en diferentes localizaciones estratégicas del continente europeo. Este sistema centinela favorecerá el intercambio de datos y garantizará una respuesta ágil frente a posibles crisis sanitarias.
Veolia, referente mundial en soluciones sostenibles en los ámbitos de gestión del agua, residuos y energía, supervisará el tercer lote de monitorización de este programa de tres años de duración. En sus laboratorios de España, analizará hasta 500 muestras de aguas residuales recogidas en ciudades europeas. Cada muestra se someterá a más de 500 análisis exhaustivos para detectar, en una fase temprana, una amplia gama de contaminantes, virus, bacterias y residuos de medicamentos, detectando amenazas emergentes para la salud.
El proyecto está encabezado por Veolia, en colaboración con el CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), Cetaqua (Centro Tecnológico del Agua de Veolia) y la Universidad de Santiago de Compostela. Se basa en más de diez años de experiencia de campo en la monitorización de aguas residuales en Madrid, Barcelona y Sevilla, cubriendo casi un tercio de la población española.
"Ser pionero significa anticiparse a los retos del mañana, y eso es lo que estamos haciendo al convertir las aguas residuales en una herramienta de alerta temprana a escala europea. Este proyecto plasma de manera concreta nuestro plan estratégico GreenUp: nuestras soluciones medioambientales son también soluciones para la salud de la ciudadanía y la resiliencia de los territorios europeos", afirma Estelle Brachlianoff, directora general de Veolia.
La iniciativa está en consonancia con la Directiva Europea revisada sobre tratamiento de aguas residuales, que incorpora formalmente la vigilancia epidemiológica como pilar de la salud pública. También forma parte de la estrategia One Health, que permitirá analizar el comportamiento colectivo, evaluar el impacto de las políticas públicas e identificar nuevas amenazas, reforzando la soberanía sanitaria de Europa. Este principio se reiteró recientemente en la Estrategia Europea de Resiliencia Hídrica.
"La pandemia de Covid-19 reveló el potencial inexplotado de las aguas residuales en la vigilancia sanitaria. Este proyecto pone en práctica a gran escala las lecciones aprendidas. Gracias a él, España se sitúa a la vanguardia de un nuevo enfoque de la salud medioambiental, que combina rigor científico, innovación tecnológica y compromiso con el bien común", explica Daniel Tugues, director país de Veolia España.
Veolia es la única compañía de su sector que participa en esta innovadora iniciativa de gran relevancia e impacto a nivel europeo. El análisis de las aguas residuales ofrece la posibilidad de monitorear dinámicamente el estado de la salud pública, algo que ya se había hecho en diferentes países, pero nunca a nivel continental y usando la misma metodología.