
El Gobierno federal de Estados Unidos respaldará con 7.300 millones de dólares (6.300 millones de euros) el megaproyecto viario que ejecutarán las constructoras españolas Acciona y ACS en el área metropolitana de Atlanta (Georgia), en alianza con la firma francesa Meridiam. Se trata de la mayor concesión de infraestructuras viarias adjudicada a empresas extranjeras en suelo estadounidense y, al mismo tiempo, del proyecto con mayor volumen de financiación pública del Estado: 3.300 millones en bonos exentos de impuestos emitidos por el Estado de Georgia; y otros 3.900 millones a través del préstamo directo más grande de la historia del Departamento de Transporte bajo el programa TIFIA.
El contrato, valorado en unos 11.000 millones de dólares (9.620 millones de euros), contempla la ampliación de la autopista SR-400, uno de los principales corredores de entrada y salida de la capital del estado, a lo largo de unos 20 kilómetros. El consorcio SR400 Peach Partners, liderado por las dos empresas españolas y Meridiam, será el encargado de diseñar, construir, financiar, operar y mantener los nuevos carriles exprés (managed lanes) de la autopista de peaje que se desplegarán entre los condados de Forsyth y McFarland Parkway, en un trazado que convivirá con el tráfico general existente y conectará con la red de transporte público.
La estructura financiera del proyecto establece una combinación de fuentes de financiación públicas y privadas. La mayor parte, unos 3.890 millones de dólares (3.370 millones de euros) procederán de un préstamo federal a largo plazo y exento de intereses concedido por el Fondo de Financiación e Innovación de Infraestructuras de Transporte (TIFIA), dependiente del Departamento de Transporte de EEUU. Hasta la fecha, ningún otro proyecto individual había recibido un crédito de esta magnitud.
Esta aportación será acompañada por la mayor emisión de bonos exentos de impuestos jamás registrada en el país. Con un valor total de 3.440 millones de dólares (2.950 millones de euros), la emisión impulsada por el Estado de Georgia y avalada por el Gobierno federal permitirá a los inversores adquirir deuda con ventajas fiscales para financiar la infraestructura concesionada.
Por su parte, el consorcio formado por Acciona, ACS y Meridiam aportarán otros 3.300 millones (2.850 millones de euros) en forma de Equity. Además, deberá abonar un canon de 3.800 millones de dólares (unos 3.300 millones de euros) al Estado de Georgia por la explotación de la autopista durante todo el período de concesión. Este importe fue clave para imponerse al otro ofertante, un consorcio liderado por Ferrovial junto a los fondos Macquarie (Australia) y John Laing (Reino Unido), que ofreció 3.011 millones.
De esta forma, Estados Unidos configura una inyección financiera pública sin precedentes en una concesión gestionada por actores extranjeros como muestra de la confianza de la administración Trump en el modelo público-privado y sin requerir de financiación del Estado de Georgia.
Una obra con sello español
La ejecución de las obras correrá a cargo de las filiales estadounidenses Flatiron Dragados Constructors (grupo ACS) y Acciona Construction USA, mientras que las operaciones y el mantenimiento posterior estarán en manos de ACS Infra y Acciona Concesiones. La ingeniería ha sido adjudicada a Parsons Transportation Group, mientras que la financiación privada será aportada por Meridiam, a través del fondo especializado MINA Fund III, junto con Acciona Infraestructuras e Iridium Concesiones (ACS).
El proyecto fue formalmente adjudicado en agosto de 2024, tras un proceso competitivo iniciado en 2022. En la evaluación final, el consorcio SR400 Peach Partners obtuvo una puntuación total de 873,63 puntos, frente a los 200,25 puntos de su competidor. Con este contrato, ACS y Acciona consolidan su posición como operadores líderes en el mercado concesional estadounidense, donde ambas compañías han ido reforzando su presencia en los últimos años.
Además de los beneficios en términos de capacidad viaria y reducción de la congestión, el diseño contempla la integración de un sistema futuro de autobuses de tránsito rápido (BRT) que operará sobre los nuevos carriles exprés en una parte del trazado. El consorcio se ha comprometido a facilitar esta infraestructura y a coordinarla con el operador público del transporte metropolitano de Atlanta.