
Las obras para transformar urbanísticamente la zona del Portillo y de la antigua estación de tren de Zaragoza podrían comenzar a finales de este año. El Ayuntamiento de Zaragoza mantiene el cronograma anunciado inicialmente para ejecutar estos trabajos con los que esta brecha urbanística de la ciudad dará paso, una vez finalizados todos los trabajos, a un gran parque de nueve hectáreas, aparte de reformarse su zona interior y las tres vías que delimitan esta área de la capital. Se prevé un presupuesto de 38 millones de euros.
El consejero de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza, Víctor Serrano, ha explicado tras la rueda de prensa sobre las licencias exprés, que la previsión es que, "a mitad de agosto, se abran los sobres de la mesa de contratación. Habrá una semana en agosto -previsiblemente la del 18 al 24 de agosto-, que será decisiva" para el proyecto del Portillo.
De este modo y tras este paso, se calcula que el contrato de obra podría estar firmado a finales de septiembre o principios de octubre. "La firma del adjudicatario esperamos que esté a finales de octubre", ha añadido Serrano. Con estos plazos, las primeras máquinas podrían empezar a trabajar en la zona en los últimos meses de 2025.
"En el peor de los escenarios", ha matizado el consejero de Urbanismo, "podremos estar adjudicando a finales de octubre" las obras de este proyecto que requerirá el traslado de lo que queda de la antigua estación de tren y de Correos -cuyo edificio este último se ha tasado en unos 1,8 millones de euros-, que ya está acordado con las diferentes entidades afectadas.
El plazo previsto para acometer este proyecto es de 14 meses para la obra de urbanización, aunque es un plazo que podría acortarse. "Tenemos que ver si las empresas pueden acortarlo", ha añadido Serrano, quien no ha descartado esta posibilidad. "Entendemos que sí porque era una cuestión objetivable y evaluable".
El proyecto del Portillo
El proyecto comprende el área comprendida entre las calles de Escoriaza y Fabro, al oeste; la avenida de Anselmo Clavé, al este; la calle Escrivá de Balaguer, al norte; la rotonda de la Ciudadanía, al noroeste; y la glorieta de los Zagríes, al sur.
El objetivo es crear un gran parque de nueve hectáreas con el interior y la reforma de las tres principales vías que lo delimitan. De este modo, la calle de Escoriaza y Fabro, al oeste y que actualmente tiene un único carril, pasará a ser una avenida de tres carriles sentido sur y grandes aceras comparables a las del Paseo de la Independencia, que conectará la glorieta de la Ciudadanía con la avenida de Goya.

En el caso de la avenida de Anselmo Clavé se proyecta una doble calzada de tres carriles, más un cuarto carril para girar a la izquierda en la calle del General Mayandía, simplificando el trazado en la Glorieta de los Zagríes, donde se reduce el espacio dedicado al tráfico rodado para dar paso a grandes espacios peatonales en las aceras de ambas márgenes. Y, por último, la calle de San José María Escrivá de Balaguer, en el lado norte, mantendrá su configuración.
En el interior del área, además del edificio del Caixaforum y la estación de cercanías, que se mantendrán, habrá un espacio destinado a usos terciarios en el área del antiguo edificio de Correos, dos parcelas para futuros equipamientos municipales (frente a Averly), y una parcela para la construcción de viviendas (más cercana a la rotonda de la Ciudadanía).
El parque de nueve hectáreas será en el tercero urbano más grande de la capital tras el Parque del Agua Luis Buñuel y el Parque Grande José Antonio Labordeta. De esta manera, se contará con 48.800 metros cuadrados de superficies verdes netas, habrá 703 árboles (548 de nueva plantación), 19.233 metros cuadrados de superficies ajardinadas, cuatro zonas de juegos infantiles, otras cuatro de deporte, y otras seis de descanso, además de carril bici de 1,4 km, diversos paseos peatonales y una zona de esparcimiento canino, entre otros aspectos.
También se asfaltarán 38.500 metros cuadrados, se pavimentarán 34.300 metros cuadrados de aceras, se renovarán tres kilómetros de colectores y 820 metros de tuberías de abastecimiento, se plantarán 50.000 unidades arbustivas, y el 27% del espacio serán islas verdes. El proyecto ha sido realizado por los ingenieros de caminos Joaquín Bernad y José Manuel Almarza, y los arquitectos Joaquín Sicilia y Pablo de la Cal.