Infraestructuras y Servicios

Enrique Ramírez (Pladur): "Apostamos por el biogás porque el hidrógeno con el transporte por carretera es inviable"

  • La falta de una infraestructura vía tubería modifica sus planes de descarbonización 
  • Confía en crecimientos a doble dígito con la industrialización de la construcción
  • Ve oportunidades por la necesidad de reducir plazos de entrega y la falta de mano de obra 
Enrique Ramírez, director general de Pladur Gypsum.
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Uno de los indicadores del éxito de una marca es que su propio nombre sea sinónimo de su producto. Pladur y las placas de yeso laminado forman uno de esos matrimonios indisolubles entre empresa y producto. La empresa, que acaba de entregar sus premios anuales de arquitectura en Valencia en un acto en que ha querido recordar la catástrofe de la DANA, considera que la construcción industrializada y la eficiencia energética serán dos vectores fundamentales para su crecimiento en un sector de la construcción al alza en España.

¿Cuál es la estructura productiva y cuantas plantas tienen en España?

Tenemos dos grandes factorías de placa de yeso, una en Valdemoro (Madrid), con 60 millones de metros cuadrados al año de capacidad, la mayor de Europa, y otra en Gelsa (Zaragoza), con otros 30 millones de metros. Luego tenemos plantas de yeso en polvo en Besalú (Gerona), Mañeru (Navarro) y Martos (Jaén). En nuestro centro industrial en Madrid también fabricamos las estructuras metálicas de las paredes y otros productos transformados. En el año 2012 decidimos internacionalizar la compañía. Hoy estamos en casi 40 países que suponen más del 50% de ventas.

¿Tienen previsto acometer nuevas inversiones?

Hemos invertido en las plantas de Madrid y Zaragoza en plantas fotovoltaicas y ya generamos el 20% del consumo que tenemos. Queremos dar un paso más en la descarbonización. Estamos con proyectos encima de la mesa para dar solución al consumo de gas con biometano y biomasa. Hace un par de años iniciamos un proyecto de hidrógeno verde en Madrid, pero los permisos medioambientales se han ido dilatando y tiene un problema, que el transporte por carretera lo hace inviable.

¿Descartan el hidrógeno verde tras ese giro a biometano y biomasa?

Pusimos la primera piedra para una planta pero es muy complejo. Todavía no hay una infraestructura para suministrar vía tubería y traerlo por carretera lo hace inviable. El hidrógeno es ideal para nosotros y en un país en que tenemos tantas renovables es un reto que tenemos que aprovechar. Pero hasta que no haya una infraestructura para el suministro, que todavía tardará 8 o 10 años, es difícil. Vía biogás y biometano creo que tenemos la descarbonización más a mano.

¿El sector de la construcción puede digerir el crecimiento que exige la vivienda?

En la construcción en España tenemos grandes retos. Uno es la sostenibilidad y el consumo energético. Más del 40% de las emisiones están ligadas a la vivienda, por encima de industria y transporte. Desde que se aprobaron los nuevos códigos de la edificación se ha construido relativamente poco y tenemos un parque de viviendas antiguas con calificaciones energéticas muy bajas. Tenemos que reducir los residuos del sector. Y, sobre todo, reducir los plazos de entrega porque la demanda de vivienda es muy alta, a la vez que tenemos una escasez de mano de obra y un alza de costes. En España hemos estado estancados con entre 105.000 y 110.000 viviendas unos años. El año pasado dimos un pequeño salto, con 125.000 viviendas visadas. Todavía nos falta ritmo para lograr la velocidad de crucero porque los expertos consideran que lo recomendable serían 150.000-165.000 al año.

¿La escasez de mano de obra supone un embudo para el sector?

Es una realidad. La hemos vivido más de una vez, antes de la crisis de 2007 se solucionó con mucha mano de obra extranjera. Pero ahora no está viniendo. Donde vemos que va el sector para salir del embudo es hacia la industrialización y la modularización.

¿Cómo afecta a Pladur esa tendencia a la industrialización y cuál es su estrategia para aprovecharla?

Nos está favoreciendo absolutamente. Los sistemas de placa de yeso laminado encajan perfectamente en esa industrialización en tres aspectos: eficiencia por la rapidez de ejecución, sostenibilidad y también en seguridad y confort. Muchos promotores y constructores están dando ese paso. Dentro del grupo, nuestro accionista el belga Etex tiene una sociedad que se dedica a la construcción modular, que es un paso más allá, porque Pladur realmente es un sistema industrializado que luego se monta en obra. En el caso modular, lo montamos en una planta y luego se llevan a la obra que se implantan en la obra acelerando la obra.

¿El grupo prevé instalar ese tipo de fábricas aquí en España?

Sin lugar a dudas. Lo vamos a afrontar dando un paso adelante en construcción industrializada y modular. No puedo dar más datos porque lo lleva una empresa hermana del grupo, pero ya estamos haciendo en España algunos edificios modulares en Extremadura y la Costa del Sol en Andalucía, donde hay una gran falta de mano de obra. Porque también la actividad es desigual según las zonas en España.

¿Qué crecimiento estiman que pueden tener en España con esa apuesta por esta nueva construcción?

Es difícil concretar una cifra con la volatilidad que hay en todo el mercado. Lo esperable es que perfectamente podríamos crecer al ritmo de doble dígito en unos cuantos años, aunque no olvidemos que la construcción es cíclica y depende de muchos factores de la economía y de la política.

¿Se han cumplido las expectativas que había con los fondos europeos para rehabilitar y reforma?

Teníamos más expectativas porque contamos con un parque de vivienda muy envejecido. Con la crisis energética y esos fondos pensábamos que era el momento. Los fondos han fluido de forma muy diferente, porque las CCAA han ido a velocidades muy diferentes y con beneficios muy distintos. Creo que a las administraciones les han faltado recursos humanos para este nivel de ayudas tan grande en periodos cortos.

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