Infraestructuras y Servicios

Un país que habla español construye desde cero su nueva capital en mitad de la selva

  • Guinea Ecuatorial levanta la Ciudad de la Paz, que promete ser totalmente sostenible
  • La urbe ha sido diseñada por el Estudio Portugués de Arquitectura y Urbanismo FAT
  • En su construcción participan distintas empresas y sobre todo sociedades chinas
 

Como ocurriera en Brasil, que desde octubre de 1956 comenzó a construir su nueva capital, Brasilia, en medio de la selva para aprovechar su enorme extensión -es el quinto país más grande del mundo- y evitar los constantes piques entre las dos grandes ciudades del país, Sao Paulo y Río de Janeiro; otro país muy alejado de Brasil está levantando la que será su futura capital en mitad de la selva.

Se trata de Guinea Ecuatorial, un país africano, exterritorio español, donde hay tres idiomas oficiales, el español, el portugués y el francés, aunque en la práctica lo único que se habla es castellano y diferentes lenguas locales.

Guinea Ecuatorial está compuesto por cinco islas habitadas y un trozo de territorio en el continente africano. Su capital es Malabo (Santa Isabel cuando formaba parte de España), en la isla de Bioko, y su ciudad más poblada es Bata, en el continente. Guinea quiere acabar con la rivalidad entre Malabo y Bata, que es la ciudad más poblada del país, y al tiempo instaurar una capital moderna en tierra firme, que además pretenden que sea totalmente sostenible.

Una vía de acceso a Ciudad de la Paz

Por ello, Guinea Ecuatorial se lanzó en el año 2012 a construir de cero su nueva capital en el interior del país, en una zona selvática donde abundan los gorilas y los elefantes. Lo hace junto al asentamiento de Oyala o de Djibloho, su otro nombre.

De hecho, la nueva capital iba a llamarse Oyala-Ciudad de la Paz, aunque parece que finalmente se quedará solo con el apelativo de Ciudad de la Paz, que es como se llama oficialmente desde 2017, cuando el Gobierno de Guinea Ecuatorial comenzó a trasladar entidades oficiales a la ciudad.

La nueva capital aún no tiene fecha de inauguración. La idea inicial era terminarla en 2020, pero cinco años después las obras continúan. En todo caso, esta nueva ciudad promete ser una urbe moderna y sostenible que albergará entre 160.000 y 200.000 habitantes de los apenas 1.848.000 habitantes que tiene el país.

En la actualidad, en la que será la nueva capital residen apenas 2.000 personas que forman parte de la obra masiva y algunos funcionarios del Estado que ya se han trasladado a nuevas instalaciones.

Así debería ser la nueva capital de Guinea Ecuatorial según el proyecto

Tres años después de comenzar las obras, en el año 2015, comenzó a vislumbrarse la nueva urbe y se estableció la ciudad como un distrito urbano en la provincia de Wele-Nzas, que ahora es la sede administrativa de la nueva provincia de Djibloho, creada en el año 2017 en parte de esa provincia de Wele-Nzas, entre las ciudades de Bata y Mongomo y a solo 20 kilómetros de la ciudad de Mengomeyén y de su aeropuerto.

Diseño portugués

La ubicación de la nueva localidad en medio de la selva fue elegida por su fácil acceso y el clima benigno que atesora. Ha sido diseñada por el Estudio Portugués de Arquitectura y Urbanismo FAT (Future Architecture Thinking). Contará con el nuevo edificio del Parlamento, varias villas presidenciales y una superficie total de de 8.150 hectáreas (81,50 km2).

La construcción de esta nueva capital, cuyo abastecimiento eléctrico dependerá de la central hidroeléctrica situada en el distrito de Evinayong, ha sido criticada por la oposición política al presidente del país, el dictador Teodoro Obiang, autor de la iniciativa, ya que la inmensa mayoría de la población ecuatoguineana vive en la pobreza.

El proyecto ha sido ideado para combinar "la modernidad y el respeto por las raíces culturales del país, promoviendo la identidad local y la riqueza del ecosistema en el que opera, privilegiando la sostenibilidad en las más variadas vertientes".

Energías renovables y sostenibles

Los arquitectos subrayan igualmente que el proyecto pretende crear la primera capital mundial enteramente dependiente de energías renovables y sostenibles, algo que podría convertir a Guinea Ecuatorial en referente en el continente africano. Fue una sugerencia de la Cámara de Comercio Portuguesa (AICEP), que mencionó que la ciudad debía usar energía renovable y ser sostenible, lo que llevó a adoptar este planteamiento.

Por el momento, se han levantado en la Ciudad de la Paz un campo de golf, una universidad y un hotel de lujo, además de una carretera de seis carriles. Habrá más edificios gubernamentales, un distrito financiero y áreas residenciales. Para conectar todas las zonas de la urbe se están levantando también tres puentes.

Dos nuevos edificios en la futura capital ecuatoguineana

Dispondrá igualmente de una conexión directa con el nuevo aeropuerto de Mengomeyen, ciudad donde tiene una de sus casas el presidente Obiang. Para construir las carreteras se han despejado amplias zonas de selva, mientras que la financiación se proporciona a través del Aicep portugués. El trabajo de construcción está apoyado sobre todo por por China a través del grupo de construcción estatal del país asiático, pero también por Polonia, Brasil y Corea del Norte, siendo todos los materiales son importados.

Empresas francesas y sociedades chinas

En cuanto a las empresas que participan en la construcción de la nueva capital ecuatoguineana son hasta 23 y no abundan las españolas, al contrario. De hecho, se echa bastante de menos a España en la Ciudad de la Paz y la mayoría de las compañías que participan en su construcción son de origen francés.

Letrero de la contrucción de uno de los tres puentes de la ciudad

Las carreteras y accesos son cosa de Egis Route y Vinci. Esta última también participa en la construcción de los puentes junto con Bouygues, Besix y General Works. Los edificios han sido encargados a Piccini, la universidad a Unicon, el parlamento a Summa y el palacio presidencial a Seguibat.

El Gobierno de Guinea Ecuatorial ha firmado acuerdos de colaboración y concesiones con estas y otras empresas extranjeras, aunque sin duda destaca sobremanera la participación de algunas sociedades chinas, gracias a un gran convenio firmado por las autoridades de Guinea Ecuatorial con China.

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