
La Comisión de Desembalses de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir hará públicas esta primavera las previsiones de riego para la próxima campaña agrícola 2025/26. Y pese a las fuertes lluvias de los últimos días, y a las imágenes de pantanos andaluces desembalsando para no rebosar, lo que va a salir de esa comisión son restricciones al riego. De hecho, las restricciones pueden rondar el 50% sobre el máximo posible. O superarlo incluso si la Confederación aplica criterios restrictivos.
La Cuenca del Guadalquivir, la mayor de Andalucía, ha pasado en una semana del 40 al 43,5 % de agua embalsada gracias a la borrasca Jana, que todavía sigue activa. Pero los embalses que abastecen al regadío tienen 1.800 hectómetros cúbicos. El año pasado, por estas fechas, las reservas eran de 2.300. Y las restricciones en la pasada campaña fueron del 34% para cultivos como el arroz. Ese porcentaje se antoja hoy el mejor de los escenarios posibles. Las perspectivas no son buenas, a no ser que siga lloviendo durante la primavera y se puedan suavizar las restricciones que se van a conocer.
Aunque hace apenas unos días el panorama era aún más negro. Los regantes, según estimaciones de Feragua, opinaban que "con toda probabilidad, lo que nos encontraremos es un pronóstico de restricciones de más del 60% (...) De no arreglarse la situación hidrológica con nuevas lluvias y aportaciones, sería la séptima campaña consecutiva con dotaciones incompletas". Las últimas lluvias han aliviado, pero no arreglado, la grave situación. En buena parte de la cuenca del Guadalquivir, la situación es de sequía, con los pantanos bajo mínimos.
La cabecera, en mínimos
Los grandes embalses de regulación de la cuenca están principalmente en la provincia de Jaén. En la cabecera del río. El Tranco de Beas está al 33,6 %, Guadalmena al 28,5 %, Guadalén y Giribaile en torno al 20 %.
Aguas abajo, ya en Córdoba, pasa igual. Los grandes embalses que tienen capacidad de regulación de la cuenca están muy bajos: Iznájar y la Breña II están al 25,7 % y al 21,1 %.
Llenos y vacíos
Que otros como Melonares, Gergal y Agrio (Sevilla) estén por encima del 100 %; que en Cádiz Bornos llegue al 57,4 %, y que Arcos de la Frontera esté al 95 % del total de la capacidad de llenado; o los cordobeses de Bembezar, al 89 %, y el de Sierra Boyera, al 92,8 %; todo eso sólo sirve para alegrar a sus respectivas comarcas, y para para dejar engañosas imágenes de desembalses. La realidad de la cuenca es la escasez.
Cuevas de Almanzora, en Almería, está al 9,3 % de su capacidad; en Cádiz el de Zahara-El Gastor está al 16,6 % de su aforo, Guadalcacín al 24,8 %, y el Barbate, al 29,2 %; en Málaga el Guadalhorce está al 19,5 %, y el Guadalteba, al 28,1 %, y la Viñuela está al 26,9 % cuando llegó a estar prácticamente vacío hace un año; en Granada Rules roza el 50%, el Negratín, el más grande, se encuentra al 31,6 % de reserva total, y el segundo por capacidad, San Clemente, al 9,3 %.
Cuencas y provincias
Aunque es cierto que las cuencas hidrográficas han mejorado sensiblemente sus registros en las últimas semanas. No sólo el Guadalquivir. La que mejor está es la onubense Tinto-Odiel-Piedras, que supera el 95 %.
Por provincias por la que discurre la cuenca del Guadalquivir, Sevilla es la que tiene más agua embalsada con un 86,8 %; seguida de Huelva, con el 66,6 %; de Córdoba, con el 41,6 %; de Jaén, con el 30,9 % y de Granada, con el 29,4 %.
La cuenca mediterránea andaluza ha ganado en una semana de lluvias cien hectómetros cúbicos hasta contar con 453 hm3, lo que supone 200 más que por las mismas fechas de 2024, y sitúa su capacidad de llenado en el 39,3 %.
La cuenca Guadelete-Barbate ha aumentado ochenta hectómetros cúbicos en una semana hasta 581 hm3, frente a los 322 de hace un año, con lo que el nivel de agua se ha elevado hasta el 35,2 % de su capacidad total.
Obras pendientes
Los regantes van a la comisión de desembalse con el ánimo de "reclamar obras. Estamos ya a mitad del presente ciclo hidrológico y la realidad es que no se ha comenzado ni una sola obra en el Guadalquivir. Cuando se nos presentó el pasado Plan, con importantes recortes en la planificación, se nos convenció de que la desaparición de algunas obras obedecía a la voluntad de planificar solo lo que iba realmente a ejecutarse. Dado que en el pasado nada de lo que se había planificado se había materializado nos pareció que quizás obedeciera efectivamente a un gesto de sensatez. Pero el argumento de la viabilidad se va desmontando por momentos. Porque la realidad es que, sobrepasado el ecuador de la planificación, ni una piedra se ha movido en la Cuenca. Si había intención de ejecutar realmente las obras planificadas, de momento no se nota", aseguran.
Según Feragua,, la situación "no es exclusiva del Guadalquivir, sino que es general en todas las cuencas andaluzas, también las intracomunitarias. Los pocos avances, a paso de tortuga, son de estudios previos. Ninguna obra hidráulica de regulación ha comenzado. Y la sequía no ha acabado. La única zona que puede salir de las restricciones este año es la demarcación TOP y el Sistema de la Costa Tropical de Granada. Para los demás, ajo y agua de aguantarse, no de la que llena los embalses", lamentan.