Movistar Prosegur Alarmas comienza el año apostando por el mercado residencial y lanza un nuevo producto para asentarse en este segmento. La alarma combina, por primera vez, según la compañía, una protección antirrobo y de okupación ilegal de la vivienda, explican desde la joint venture participada al 50% por Telefónica y Prosegur, respectivamente. Según fuentes de la compañía, el objetivo es "superar la barrera de los 600.000 clientes".
Este nuevo servicio, que tendrá un precio de salida de 44,90 euros al mes durante el primer año con la instalación gratuita, no tendrá un coste adicional durante dos años para los clientes de la compañía.
Las prestaciones antiokupación y antirrobo permiten minimizar, en el primer caso, el impacto de una okupación ilegal garantizando la recuperación del hogar a la mayor brevedad posible, así como también asume el pago de los suministros del inmueble okupado y el respaldo legal, cubriendo los costes judiciales y honorarios. También asegura la restauración integral de los daños ocasionados, devolviendo la vivienda al estado original, con un límite en dicha cobertura de 34.200 euros.
En segundo lugar, la garantía antirrobo garantiza "una respuesta inmediata ante los daños ocasionados por intentos de robo o intrusión, como el forzado de cerraduras, la rotura de cristales o el corte del suministro eléctrico".
El servicio también incluye, según comunica la compañía, la realización de reparaciones de urgencia en menos de tres horas, hasta que se puedan efectuar los arreglos definitivos a través del seguro del hogar. En caso de un robo con la alarma conectada, esta garantía amplía la cobertura del seguro en hasta 10.000 euros, incluyendo el valor de los dispositivos electrónicos ocasionalmente sustraídos.