AENA ha adjudicado a Ayesa, líder de un consorcio del que también forman parte Viarium Ingeniería y One Works Spa, la remodelación del aeropuerto de El Prat de Barcelona . El valor del contrato asciende a 9,1 millones de euros, con el objetivo de dirigir una ampliación en la que el operador aeroportuario tiene previsto invertir 700 millones de euros.
Ayesa explica que la T1, inaugurada en 2009, alberga a las compañías aéreas más importantes y tiene una capacidad para 55 millones de pasajeros. Se prevé que esta ampliación entre en funcionamiento para el próximo periodo de planificación 2027-2031.
El director de Aeropuertos en Ayesa, Manuel Sauca, explica que se van a remodelar todas las plantas del edificio procesador, ampliándose la zona de facturación, de recogida de equipajes y controles de seguridad.
Otras actuaciones previstas son la demolición de la torre de control, la reforma y ampliación de la zona comercial, la reconfiguración de los viales de acceso al aeropuerto y la integración de la terminal intermodal.
Para ganar espacio, la fachada principal se trasladará 38 metros hacia el oeste sobre los viales actuales de acceso, ocupando también la parte frontal de los patios hasta conectar con los diques. Los viales de acceso a la zona de salidas se reubicarán sobre la plaza intermodal para permitir la remodelación del nuevo volumen en sus tres plantas.
Estudios
Según los estudios previos de viabilidad, la superficie total de nueva construcción alcanzará los 70.000 metros cuadrados, mientras que la superficie reformada superará los 48.000 metros.
En cuanto a equipamientos energéticos, se construirá una nueva central eléctrica y se ampliará la existente, además de una nueva central térmica y la renovación del sistema de climatización en la CEN.
"Una vez más, Ayesa formará parte de un emblemático proyecto de ampliación aeroportuaria en nuestro país, tras haber participado en las dos obras de estas características realizadas en el aeropuerto Madrid Barajas, concretamente el Nuevo T123 y la ampliación del T4/T4S", concluye Sauca.