
Sacyr alargará hasta el próximo año la constitución de su nueva filial Voreantis en la que agrupará sus activos concesionales más maduros debido a los exigentes procesos administrativos y jurídicos necesarios para ejecutar su traspaso a la subsidiaria. Esta sociedad gestionará todos sus activos maduros de bajo riesgo con una visión a largo plazo, en línea con los nuevos objetivos de la compañía de infraestructuras para el año 2033, desvelados recientemente.
"Cuando realizamos la venta de Servicios, la anunciamos en octubre pero trabajamos internamente hasta marzo en los aspectos jurídicos y financieros, logrando cerrar la operación en junio. Este proceso es más lento, porque son más activos, en más países y con más waivers" (terceros implicados, como la banca), ha explicado el presidente de la compañía, Manuel Manrique. Por ello, asume que estos trabajos llevarán el cierre de la operación a "final de año o principios del año que viene".
Mientras tanto, la compañía también trabaja en la entrada en Voreantis de un nuevo socio financiero y minoritario. El también consejero delegado ha reconocido que tienen "una cola de interesados" y que ya se han producido las primeras reuniones. La constructora dará entrada a un nuevo inversor "estable y con visión a largo plazo" que les permita obtener recursos adicionales para potenciar su crecimiento futuro.
Además, ha asegurado que el resultado de sus planes de desinversión de ciertos activos en Chile y Colombia también podría estar ligado al futuro de Voreantis. En concreto, Manrique ha reconocido que espera que ambas se concreten antes del verano y, en caso de no ver atractivas las ofertas por estos activos latinoamericanos, podrían traspasarlos a la nueva subsidiaria.
"En servicios empezamos vendiendo el 49% y 49% de cada empresa y al final vendimos el 100% de una y el 0% de otra. La venta irá en función de los waivers que haya en los distintos activos, del apetito inversor y de la sensibilidad del mercado. Cuando iniciamos los procesos de Chile y Colombia no estaba Voreantis, ahora sí. Puede ser que no veamos atractivo lo que ofrecen en uno de los dos (procesos) y que movamos los activos", ha explicado en una rueda de prensa celebrada tras la Junta de Accionistas.
Salto al "gran Sacyr"
El presidente y consejero delegado de Sacyr, Manuel Manrique, ha presentado ante sus accionistas el nuevo plan estratégico 2024-2027 tras dar por cumplidos los objetivos del fijado para el período 2021-2025. Así, la compañía de infraestructuras cuenta ya con una nueva hoja de ruta con el objetivo de "dar el salto al gran Sacyr", según ha expresado el directivo en la Junta General celebrada este jueves en Madrid.
Este plan contempla la concesión de un dividendo en efectivo por un valor mínimo de 225 millones de euros, que comenzará a abonarse a partir del próximo año 2025. "Como este año se darán dos dividendos y hoy hemos aprobado script dividend, lo razonable sería que el que se concede después de la Junta llegue el próximo año", ha explicado Manrique. En su intervención, el presidente y consejero delegado de la compañía de infraestructuras ha repasado la situación actual de la compañía y anticipado que "el año irá de menos a más", algo que dará lugar a un ritmo de crecimiento "similar al de 2023".
Nuevo plan estratégico
Así, ha explicado que el giro hacia el modelo de concesiones fijado en el plan estratégico 2021-2025 "ya ha dado sus frutos", algo que ha convertido a Sacyr en "el tercer mayor desarrollador de infraestructuras de transporte a nivel mundial". Pasa por tanto a una nueva fase de crecimiento con el objetivo de ser "la primera compañía del mundo en desarrollo de infraestructuras de transporte, salud y agua en 2033", según ha expresado.
"Damos por cumplido de manera anticipada y exitosa el plan estratégico", ha señalado Manrique, quien hizo repaso de los objetivos cumplidos: virar el negocio hacia las concesiones, que ya suponen el 93% de su ebitda; reducir la deuda, que se ha rebajado en un 73%; lograr una remuneración estable al accionista, que se ha situado en torno al 5%; simplificar el balance mediante desinversiones —plasmado en la salida de Repsol y las ventas de Valoriza y Facilities— y avanzar en sostenibilidad.
La nueva hoja de ruta contempla la agrupación de sus principales activos 'brownfield' en una nueva sociedad denominada Voreantis, dedicada a la gestión de activos maduros de bajo riesgo y a largo plazo. Además, dará entrada a un nuevo socio "estable y de largo plazo" con una participación minoritaria para "acelerar el crecimiento".
La estrategia de Manrique contempla multiplicar por 3 el valor de los activos. Antes, en 2027, atisba la mejora del cash flow operativo en un 60%, hasta 1.350 millones; elevar el equity invertido hasta los 2.600 millones de euros, un 62% más; y elevar en un 50% la inversión bajo gestión, hasta los 30.000 millones.
Nueva consejera
La Junta General de Accionistas ha aprobado el nombramiento de Susana del Castillo Bello como nueva consejera de la sociedad. La ejecutiva se encarga de la gestión de carteras e inversiones alternativas en la gestora Casticapital. Su aterrizaje permitirá incrementar hasta el 36% la presencia de mujeres en el máximo órgano de administración de la compañía, acercándose al 40% fijado por el Gobierno en su Ley de Paridad, y que deberán cumplir antes de julio si no quieren exponerse a sanciones.
Sustituirá a Juan María Aguirre, que llevaba 11 años en el cargo y estaba al borde de perder la categoría de independiente (el máximo son 12). El ejecutivo, también consejero en Merlin Properties y consejero director en Quantica Asesores, ha puesto su cargo a disposición de la compañía para ayudar a cumplir con el requisito de paridad, aunque continuará ligado al grupo como patrono de la Fundación Sacyr.
También se han aprobado dos ampliaciones de capital de 40 millones de euros para atender al dividendo, misma cantidad que se propuso el año pasado; así como el nombramiento de Tomás Fuertes como consejero (puesto que ya ostentaba en representación de Grupo Fuertes) y reelección de sus homónimos Francisco Javier Adroher y de Luis Javier Cortés. Todas las propuestas recibieron el apoyo de los accionistas de la compañía.
El año del cambio
Sacyr logró un resultado bruto de explotación (ebitda) de 1.523 millones de euros el pasado ejercicio, un 7% más que el previo; y un beneficio neto de 153 millones. Esta cifra fue un 39% superior a la de 2022 pese al deterioro de 150 millones por créditos fiscales vinculados a la venta de Valoriza y la provisión de otros 100 millones.
La facturación total se contrajo, tanto por la venta de filiales como por el "empeño en primar la rentabilidad frente al tamaño en la actividad de construcción", según el directivo. Ambos factores dieron lugar a una mayor rentabilidad, situando el margen ebitda en el 33%. Pese a todo, la constructora cerró el ejercicio 2023 con más de 220 millones de dividendos de sus activos concesionales y el 93% de su ebitda procede de este tipo de proyectos. Además, volvió a reducir su deuda neta hasta situarla en 269 millones de euros, en línea con el objetivo fijado en sus planes.
El pasado ejercicio, Sacyr logró la mayor adjudicación de su historia: la autopista italiana Pedemontana-Veneta, en la que invertirá 2.600 millones de euros. También logró, en consorcio con otras empresas, la concesión de un tramo de la autopista I-10 sobre el río Calcasieu en Luisiana (EE.UU.) que supondrá una inversión de 2.000 millones de euros. Además, se adjudicó el Anillo Vial Periférico de Lima (Perú) en consorcio, obra que supondrá una inversión conjunta de 3.000 millones. En 2023, Sacyr ganó ocho grandes concursos, período en que entregaron otros 11 proyectos.
Además, en las últimas semanas ejecutó la ampliación de capital de 222 millones (9,6% del capital) en la que se excluyó a los minoritarios para dar entrada a inversores institucionales. A juicio del consejero delegado, "ha permitido reforzar el patrimonio, fortalecer los recursos y dar mayor visibilidad a nuestro valor".