La Sociedad Española de Participaciones Industriales, Sepi, mantiene abierto el expediente sobre el rescate de 249 millones solicitado hace 15 meses por Abengoa. Cuando resuelva, dará cinco días a la empresa para que alegue. Es la información que representantes del organismo dependiente del Ministerio de Hacienda transmitieron ayer a representantes de los trabajadores, que les exigían una respuesta ya. No se dispone de ese tiempo, aseguran. En apenas diez días, a partir del 30 de junio, la empresa podría estar en liquidación así que los trabajadores se encerraron en la Sepi hasta que haya resolución. Tanto ellos como el presidente, Clemente Fernández, admiten que el rescate es una opción que a día de hoy está prácticamente descartada y que se está trabajando en distintos ámbitos, en planes B.
Los representantes de los trabajadores de la filial Abenewco1, que concentran los activos más valiosos del grupo y que sería la sociedad realmente rescatada a través de seis filiales operativas, no son optimistas tras los hechos de ayer. "Las consecuencias no las queremos ni pensar. O entramos en preconcurso o directamente en concurso forzoso", dicen.
Recibieron ayer también la confirmación de directivos de la filial Abenewco1 desplazados a Madrid por si su presencia era requerida en la reunión de los trabajadores con la Sepi de que "se está trabajando ya con todas las hipótesis", en alusión a un plan B.
El plan de viabilidad comunicado por Abenewco1 a la CNMV se basa en el rescate y los 200 millones con los que entraría Terramar. Pero la oferta que el fondo americano mantiene hasta el día 30 solo se hará realidad si hay rescate, según las condiciones publicitadas.
La matriz
No son los únicos que trabajan con alternativas. La matriz Abengoa SA, actualmente en concurso de acreedores, debe entregar al juez su propuesta de convenio antes del 1 de julio. "Trabajamos con dos posibles escenarios", admite Clemente Fernández sobre la posibilidad de que no haya rescate.
El plan B que plantea la matriz pivota el convenio antes del 1 de julio, avales de los bancos y en la participación del Gobierno, además de la entrada de dinero nuevo. Hasta ahora Fernández lamenta que la negociación de avales no ha progresado. Sí los hay para la operación de Terramar, apoyada por la filial Abenewco1, pero no para los proyectos de la matriz.
La Administración pública es actualmente el principal accionista individual de Abengoa, con un 3,5%. Además, las deudas con la Administración superan los 100 millones. Para no perder su dinero, podría plantearse aportar más. "Tras conveniar, el Gobierno podría tener un papel fundamental", indica el presidente.
El convenio incluiría un plan de pagos a la medida de la tesorería de la empresa, que recuerda Fernández "no ha dejado de pagar nóminas y tiene negocio para salir adelante si se quita el lastre de la deuda vieja". Las quitas serían muy importantes para los acreedores. "Tendrán hasta septiembre para adherirse. Lo que está claro es que hoy tienen cero".