
La clausura de las factorías de Alcoa en Avilés y La Coruña le permite a la empresa subir el precio del aluminio que produce en la factoría que le queda, San Ciprián (Lugo), amparada en su posición monopolista del mercado del aluminio primario en España. La multinacional lo niega, pero ya había trasladado a alguno de sus clientes la intención de hacerlo antes de anunciar sendos cierres.
Hay dos mercados del aluminio, el primario y el secundario. Básicamente, el primario es para el metal producido a partir del mineral de bauxita, que se convierte en alúmina y, después, en aluminio, mientras que el secundario emplea la chatarra como materia prima del aluminio. Ambos mercados tienen poco que ver entre sí y en España Alcoa es el único fabricante de aluminio primario.
El aluminio es una commodity cuyo precio de referencia se negocia en la London Metal Exchange, con variaciones por tipo de producto y calidades. El mercado es global y complejo -los intermediarios son relevantes-, y tienen una notable importancia los costes logísticos; de hecho, las factorías de Alcoa en España venden la mitad de su producción en el país y la otra mitad en la Europa central.
De las tres fábricas de Alcoa, las dos que cierra producen aluminio a partir de alúmina. Según la información facilitada por la empresa, tienen una tecnología anticuada y registran pérdidas: 100 millones de euros entre ambas contando el año pasado y el presente. Son las dos más pequeñas del Grupo y de sus 180.000 toneladas de capacidad anual conjunta, 56.000 toneladas están ociosas.
Por el contrario, la que permanecerá abierta es más moderna -tiene mejor tecnología- y produce alúmina y aluminio a plena capacidad, aprovechando las sinergias que le proporcionan la proximidad de ambas líneas de producción.
Por consiguiente, los cierres de las fábricas de Avilés y La Coruña le permitirán a la multinacional norteamericana librarse de dos instalaciones anticuadas e infrautilizadas -algunos sostienen que tampoco ha invertido en ellas lo necesario- y variar con ello la relación entre la oferta y la demanda de aluminio primario del país.
Esta variación tendrá reflejo al alza en los precios y la principal beneficiaria será la fábrica de San Ciprián, cuyo aluminio destinado al mercado nacional soportará menos costes logísticos que su competencia producida fuera de nuestras fronteras. Así lo temen varias empresas, y fuentes sindicales apuntan que Alcoa ya había planteado una subida de precio a la fábrica de Aludium en Amorebieta antes del anuncio del cierre de Avilés y La Coruña.
Alcoa niega "radicalmente" que vaya a subir los precios como resultado de la clausura de las dos plantas y añade que los eventuales incrementos "se deberían a otras causas".