Industria

Francia y Reino Unido firman la primera alianza nuclear de Europa y sientan las bases para un escudo atómico continental

  • Representa el pacto más importante desde el Brexit
  • La disuasión nuclear frente a Rusia es una prioridad europea
  • Londres mantiene una fuerte dependencia nuclear de EEUU
Submarino británico HMS Vengeance con capacidad de disparar armas nucleares / Royal Navy.

Las dos potencias nucleares de Europa, Francia y Reino Unido, han firmado el primer acuerdo de cooperación atómica del continente. Los dos países, aunque mantendrán sus respectivas políticas militares de disuasión atómica, se han comprometido a tejer una estrategia de seguridad conjunta. "Nuestras fuerzas nucleares son independientes, pero pueden coordinarse y contribuir significativamente a la seguridad global de la Alianza y a la paz y estabilidad del área euroatlántica", establece la declaración de Northwood firmada por ambos países.

El acuerdo político apunta, con un lenguaje ambiguo, a Rusia: "Francia y el Reino Unido están de acuerdo en que no existe ninguna amenaza extrema para Europa que no suscite una respuesta de nuestras dos naciones". La noticia supone un giro histórico en las doctrinas armamentísticas de ambos Estados y allana el camino para un paraguas nuclear que cubra a toda la Unión Europea.

Principal acuerdo desde el Brexit

Los tres días que Emmanuel Macron, presidente de Francia, ha pasado en Reino Unido se han saldado con una batería de tratados que implican un punto y aparte en la relación a ambos lados del canal de La Mancha. El apretón de manos entre Macron y Keir Starmer, el primer ministro británico, es el pacto más importante que ha firmado Londres con cualquier país europeo desde el tortuoso proceso de salida de la Unión Europea.

Los acuerdos, denominados tratado de Lancaster 2.0, refuerzan la Declaración de Chequers de 1995 y representan varios aspectos vitales para el tejido productivo de ambos países:

  • Ambos países se han comprometido a modernizar y adquirir más misiles de crucero Scalp Storm Shadows. Estas armas, junto con los Taurus alemanes y los Atacms estadounidenses, han tenido un protagonismo destacado por su poder destructivo en la guerra de Ucrania.
  • Establecer una entente industrial entre ambos sectores militares. Es un paso importante en la doctrina francesa, que siempre ha querido mantener su tejido industrial bajo el férreo control de París.
  • Londres se incorporará plenamente a una asociación de seguridad con la Unión Europea, lo que permitirá mayor integración de las empresas militares británicas en el plan de rearme europeo y el programa SAFE.

El colofón ha sido la declaración de cooperación nuclear acordada en la base de Northwood, el cuartel general de las Fuerzas Armadas británicas, que establecerá un mando conjunto francobritánico. A pesar de ser miembros de la OTAN, Londres y París tienen visiones distintas ante su arsenal nuclear. Francia siempre ha mantenido libertad absoluta de su programa atómico por miedo a verse arrastrado por Estados Unidos. Reino Unido, dependiente de Washington, tiene las manos más atadas.

La amenaza atómica de Rusia

Vladímir Putin, el presidente de Rusia, posee bajo su mando el arsenal nuclear más grande del mundo. Según el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigación de la Paz, Moscú cuenta con más de 5.400 cabezas nucleares. En cambio, Francia y Reino Unido suman unas 500 ojivas entre ambas. Para que sirva de proyección del poder destructivo, el arsenal francobritánico es suficiente para provocar un invierno nuclear, según la Unión Geofísica Americana. Este fenómeno, junto a la radiación, sería peor que los bombardeos en sí, ya que mataría a miles de millones de personas por el cambio climático y la caída de la producción de comida.

La guerra atómica es más compleja que solo disponer de un numero de armas mayor que el contrario. Según el Boletín de Científicos Atómicos (los responsables del Reloj del Juicio Final), Rusia posee unas 1.500 armas nucleares tácticas, mientras que el resto son estratégicas. En cambio, las ojivas de Francia y Reino Unido son solo estratégicas. La diferencia entre ambas es que las tácticas son de menor potencia (equivalentes a las de Nagasaki e Hiroshima) y pueden ser empleadas en el campo de batalla, lo que supone un factor decisivo en una escalada militar entre Europa y Rusia. Putin, en varias intervenciones, ha amenazado con utilizarlas en Ucrania.

Aviones de combate franceses Rafale, con capacidad de disparar armas nucleares / Dassault Aviation.

El Instituto Bruegel advierte de que Europa necesita mayor armamento propio. "A corto plazo, un compromiso de Francia y el Reino Unido para reforzar las garantías nucleares estadounidenses podría llenar el vacío, pero es poco probable que se trate de un equilibrio estable a largo plazo. Francia y el Reino Unido carecen de capacidad suficiente para proteger de forma creíble a Europa frente a Rusia", señala en un informe.

Rusia dispone de silos terrestres, submarinos y bombarderos estratégicos con capacidad de disparar armas atómicas. Esta capacidad se conoce como 'tríada nuclear'. Solo China y Estados Unidos disponen de la misma proyección militar. Francia cuenta con aviones Dassault Rafale y submarinos de la clase Triomphant, mientras que Reino Unido tiene submarinos nucleares de la clase Vanguard que pueden disparar misiles intercontinentales Trident.

Escudo atómico europeo

La falta de armamento nuclear y el peso de Estados Unidos siguen suponiendo un lastre para una mayor cooperación nuclear. Londres ha decidido adquirir aviones F-35 Lightning II a Estados Unidos para aumentar su capacidad atómica. Aunque podría haber planteado adquirir cazas Rafale franceses, el ejército británico ha preferido seguir dependiendo de las aeronaves estadounidenses, las únicas de quinta generación con capacidad furtiva ante el radar. Washington, sin embargo, podría cortar el suministro y mantenimiento de estas aeronaves en caso de disputa entre ambos países.

El peso nuclear europeo depende en gran medida de Estados Unidos. Según la organización de Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN), cuatro países de la Unión Europea almacenan bombas nucleares norteamericanas. Alemania, Bélgica, Italia y Países Bajos mantienen unas 75 cabezas nucleares. Adicionalmente, Turquía cuenta con otras 20 ojivas estadounidenses. Los Gobiernos de Alemania y Polonia han planteado desarrollar sus propios planes nucleares y han pedido extender el paraguas nuclear francés y británico a sus territorios.

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