
El Consello de la Xunta ha informado de la norma técnica de las conservas artesanas de pescados y mariscos que la Consellería do Mar impulsa dentro del sello de Artesanía Alimentaria. De este modo, el Gobierno gallego ha dotado a este sector de una herramienta jurídica para promover y proteger estas pequeñas producciones de alimentos de alta calidad, facilitando con eso la diversificación económica de la industria conservera y contribuyendo a fijar población en las regiones costeras de Galicia.
Además, ha puesto en valor el papel de las mujeres en su elaboración, garantizando la seguridad alimentaria y la sostenibilidad de la práctica productiva. La Administración resalta que todo ellos implica controlar el proceso de elaboración, desde la selección de ingredientes hasta el envasado, para prevenir riesgos como la contaminación bacteriana y preservar las propiedades organolépticas de la conserva.
El objetivo es mejorar la posición de los productores para proteger los productos artesanales contra la falsificación, pero también fomentar el potencial del turismo, mantener trabajadores en las comunidades costeras, así como salvaguardar su patrimonio marítimo y cultural.
El desarrollo de esta orden permite profundizar, reconocer y fomentar los valores económicos, culturales y sociales procedentes de la industria conservera y preservar y proteger a las empresas familiares que elaboran productos alimenticios, así como poner en valor los productos alimentarios comercializados, elaborados con la intervención directa de su titular, el artesano alimentario.
También desgrana las calidades de los alimentos transformados para obtener el calificativo de artesanal. A este respecto, establece las definiciones correspondientes a la materia prima; a los productos en conserva, semiconserva y congelados; a las especies estacionales; a la esterilización o al líquido de la cobertura.
Sobre el proceso de elaboración, aborda la manipulación inicial y posterior de la materia prima base, los tratamientos térmicos previos a la fabricación de la conserva, el desconchado, el envasado y las prácticas autorizadas y prohibidas, además de las posibilidades de mecanización, el límite máximo de producción, la presentación y el envase, el rastro y registros, el sistema de control por parte de la Axencia da Calidade Alimentaria y los requisitos de higiene.
Ría de Pontevedra
El Consello de la Xunta también dio luz verde a la firma del convenio entre la Consellería do Mar y el Instituto de Investigacións Mariñas-Consello Superior de Investigacións Científicas (IIM-CSIC) para la realización del proyecto 'Proliferación de fitoplancton tóxico en los bancos marisqueros del interior de la ría de Pontevedra: entender el presente y prevenir el futuro' (Planctox), para el período 2025-2027, por importe de 205.25,54 euros.
La actuación, cofinanciada en un 70% por el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (Fempa), se enmarca en la Red entre el sector pesquero y los organismos científicos de Galicia (Redemar), y tiene por objetivo principal identificar las variables ambientales que llevan al desarrollo de estos organismos acuáticos y que afectan directamente a la supervivencia de los moluscos bivalvos de los polígonos de Lourizán, Campelo y Combarro, en el presente y ante un escenario futuro de cambio climático.
En este sentido, para poder conseguir estos retos se llevarán a cabo acciones relacionadas con la identificación de las variables ambientales que afectan a la proliferación de fitoplancton tóxico, a través de la monitorización intensiva de variables físicas, químicas y biológicas en las zonas indicadas, así como con el estudio de la respuesta de estas algas al calentamiento del agua y su acidificación para prever la evolución de su expansión en el futuro.