Industria

La patronal europea del aluminio reclama un 30% de arancel a la exportación de chatarra para frenar la fuga masiva a Asia

Un centro de tratamiento de chatarra

Frenar la exportación de chatarra y evitar la salida masiva hacia Asia de una materia prima imprescindible para el sector metalúrgico. Eso es lo que está intentando European Aluminium, la patronal europea de los productores de aluminio, que ha acordado solicitar a Bruselas la imposición de un arancel del 30% para la venta hacia al exterior, una tasa que se aplicaría a todos los países y a todo tipo de chatarra.

La Comisión Europea ha manifestado ya su intención de tomar medidas durante el tercer trimestre de este año para evitar la fuga de chatarra y acero que se está produciendo actualmente hacia China, India, Malasia, Vietnam o Tailandia, países que en todos los casos tienen menos exigencias medioambientales y cuya situación laboral es totalmente distinta a la europea. Todos estos países tienen en vigor además tasas similares a las que reclaman ahora los productores europeos con el objetivo de impedir lo que ocurre aquí, la salida masiva de chatarra hacia el exterior.

Tal y como reclama la European Aluminium, parece que Bruselas está decidida a garantizar la suficiente disponibilidad de estas materias primas esenciales dentro del territorio de la Unión Europea, algo que actualmente no se está cumpliendo, generando incertidumbre y dificultades operativas en el sector, provocando incluso el parón de algunas instalaciones. De hecho, empresas líderes en reciclaje, como Befesa o Idalsa, se han visto ya obligadas a reducir significativamente la producción en sus plantas debido a las crecientes dificultades para acceder a esta materia prima clave. La fuga de chatarra está provocando, de hecho, una fuerte reducción en la cantidad reciclada dentro de Europa.

El reciclaje

El reciclaje de metales es crucial, ya que permite un ahorro energético de hasta el 95% en el caso del aluminio y un 80% en el acero, comparado con su producción primaria, contribuyendo notablemente a la sostenibilidad y a los objetivos climáticos europeos. Para atajar el problema, la Comisión Europea estaba contemplando hasta ahora estudiar la posibilidad de establecer reglas de reciprocidad compatibles con las obligaciones internacionales de la UE, pero lo que los fabricantes quieren es ir ahora mucho más allá con esta nueva tasa, con la que se pretende encarecer el producto para su venta al exterior. Las exportaciones europeas de chatarra ferrosa están alcanzando niveles récord, con alrededor de 20 millones de toneladas, lo que representa una quinta parte aproximadamente de toda la que se generada dentro del bloque comunitario.

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