
El fabricante de automóviles japonés Nissan Motor Company, firma fundada en 1933 en Yokohama y una de las mayores del mundo, trata de darle la vuelta a una situación muy complicada que se ha acrecentado con la presentación de sus resultados correspondientes al último ejercicio.
La compañía nipona ha vuelto a registrar pérdidas, esta vez de 670.900 millones de yenes (4.082 millones de euros) netas en su último ejercicio fiscal, del 1 del abril de 2024 al 31 de marzo de 2025, y la consecuencia directa ha sido el anuncio de Nissan Motor de que despedirá a 20.000 de sus trabajadores en todo el mundo. La propia cúpula directiva de la multinacional señala que se necesitan "medidas urgentes" ante una situación "muy compleja", y los despidos están ya incluidos en su plan de reestructuración.
La compañía, que atribuye la potente depreciación de sus activos al encarecimiento de sus costes operativos y al descenso de sus ventas globales, especialmente en China, donde afronta una competencia creciente; se desplomó un 87,7 % interanual, hasta los 69.800 millones de yenes (unos 424 millones de euros). Su facturación se redujo ligeramente, un 0,4%, hasta los 12,63 billones de yenes (unos 76.800 millones de euros).
Nissan vendió 3,35 millones de vehículos en todo el mundo entre abril de 2024 y marzo de 2025, un 2,8% menos que en el ejercicio previo, y su cuota de mercado global cayó 0,2 puntos porcentuales, hasta situarse en el 3,8%.
Sus ventas crecieron un 3,3% en Norteamérica, hasta los 1,3 millones de unidades, mientras que en China, su segundo mayor mercado, se desplomaron un 12,2%, hasta 697.000 vehículos. En el mercado doméstico retrocedieron un 4,8%, hasta 461.000 unidades.
Los aranceles pueden ser la estocada
Se trata de unos resultados que, además, no incluyen el impacto de los aranceles a las importaciones de vehículos aplicadas por Estados Unidos, que entraron en vigor el pasado mes de abril y que se espera que tengan un efecto negativo de 450.000 millones de yenes (2.739 millones de euros) en las cuentas de Nissan para el ejercicio en curso.
De hecho, el director financiero de Nissan, Jeremie Papin, ya advirtió durante la presentación de resultados que el año fiscal 2024 ha sido un gran desafío para nosotros y prevemos que estos desafíos continuarán en 2025".
Las nuevas tarifas implementadas por Donald Trump elevan el gravamen para las importaciones niponas del sector en el 27,5%, y perjudicarán especialmente a fabricantes que, como Nissan, tienen su principal mercado en Norteamérica, cuyas ventas representan aproximadamente un tercio del total de ventas de la compañía.
Dadas esas perspecctivas arancelarias, la firma japonesa incluso se ha abstenido de publicar su previsión de resultados para el ejercicio 2025 debido a las "incertidumbres" relacionadas con la política arancelaria estadounidense. En todo caso, ha anunciado que prevé más pérdidas???, en concreto unas pérdidas netas de entre 700.000 y 750.000 millones de yenes (entre 4.250 y 4.560 millones de euros) en dicho ejercicio.

Despidos y cierres
Aunque Nissan había anunciado ya en noviembre de 2024 su intención de efectuar 9.000 despidos en todo el mundo hasta el ejercicio 2026, la compañía ha hecho números de nuevo y ha aumentado la cifra a 20.000 ante sus previsiones de pérdidas.
Estos despidos afectarían al 15% de, total de su plantilla, cifrada en unos 130.000 empleados, y serán acometidos hasta el ejercicio fiscal 2027, entre abril de ese año y el mismo mes del siguiente.
Con esta abultada cifra de despidos, unida a la reducción del número de sus plantas de fabricación de vehículos en todo el mundo de 17 a 10, Nissan espera alcanzar de nuevo la rentabilidad, para lo cual deberá recortar su volumen de producción global hasta un 30%, salvo en el mercado chino.
Reestructuración "más ambiciosa"
El consejero delegado, el mexicano Iván Espinosa, que llegó a Nissan en 2003 como especialista de producto en el área de Planificación de la rama mexicana de la firma y asumió el cargo el pasado 1 de abril en reemplazo del japonés Makoto Uchida, ha recibido el encargo de rescatar a Nissan de su peor crisis, propiciada, además de por la debilidad de las ventas en Estados Unidos y China, por una una gama de productos obsoleta y un cambio radical en la cúpula directiva, que han dejado a la empresa al borde del colapso por la caída de los beneficios y la acumulación de deudas.
Espinosa justifica los despidos por la necesidad de emprender una reestructuración "más rápida" y "más ambiciosa" que la inicialmente planteada el año pasado por la anterior directiva. Con la nueva estrategia, Nissan Motor Company espera ahorrarse 500.000 millones de yenes (3.041,8 millones de euros) en costes fijos y variables.
Espinosa ha evitado dar detalles sobre las fábricas que podrían cerrar y los despidos. Se ha limitado a anunciarlos y a señalar que, además de instalaciones de producción de vehículos, se contemplan también recortes en plantas de trenes de propulsión.
Incertidumbre en España y Europa

Nissan cuenta en España con una planta de Ávila dedicada a la fabricación de vehículos industriales y la sede de fabricación de vehículos de Los Corrales de Buelna, Cantabria. Los planes de reducción de plantas y despidos que contempla Nissan Motor pueden afectar directamente a instalaciones españolas, aunque para parte del sector nacional sería "una sorpresa". El representante del comité de empresa de la planta de Nissan en Los Corrales de Buelna, José Ángel de la Peña, ha asegurado que "no se sabe nada" de lo que ocurrirá en la zona de Europa tras el anuncio de 20.000 despidos.
De la Peña, que es también representante del comité de empresa en Europa, ha reiterado que "no hay ninguna noticia oficial" a pesar del anuncio de Nissan de los despidos dentro de su plan de reestructuración: "De la zona de Europa, que es la que nos interesa a nosotros, no se sabe nada. Si han hecho público hoy en Japón el anuncio, a nosotros no nos llega hasta pasados unos días".
Por su parte, el presidente del comité de empresa de la planta de Nissan en Ávila, Iván Zazo, considera que sería una "sorpresa" que los recortes anunciados por la multinacional japonesa en todo el mundo afectaran a la fábrica abulense, donde aseguran que no disponen de información en este sentido.
Una crisis con poso
Nissan ya cerró a finales de 2021 su planta de producción de vehículos en Barcelona, que incluía tres instalaciones: la principal en la Zona Franca y dos centros satélite en Montcada i Reixac y Sant Andreu de la Barca.
El cierre supuso la pérdida de unos 3.000 empleos directos y afectó a hasta 25.000 puestos de trabajo indirectos vinculados a la industria auxiliar y proveedores. La clausura de estas instalaciones marcó el fin de más de 40 años de producción de la marca en Cataluña.
Nissan llegó a España en el año 1980, cuando Nissan Motor Company adquirió parte de las acciones de Motor Ibérica, que luego se convirtió en Nissan Motor Ibérica en 1986. Antes de esa adquisición, Motor Ibérica, fabricante de camiones, furgonetas y tractores Ebro, ya tenía una larga historia de actividad en España.

"Estudiando cualquier acción potencial"
Dentro de su plan de reestructuración, Nissan ya había anunciado el cese de su producción en Argentina, la consolidación de sus camionetas en México o el descarte de su plan de construir una nueva fábrica de baterías para vehículos eléctricos en la ciudad japonesa de Kitakyushu.
Además de reducir sus fábricas, Nissan optimizará sus plantas de propulsión y acelerará la reforma laboral, los ajustes de turnos de trabajo y las reducciones de gastos de capital, incluida la cancelación de la planta de baterías de fosfato de hierro y litio planificada en Kyushu (Japón).
Lo ciertos es que los malos números recientes han supuesto un jarro de agua fría y han llenado de incertidumbre al fabricante japonés que continúa "estudiando cualquier acción potencial" para paliar su delicada situación financiera tras su fallida fusión con Honda Motor.
Fracaso de la fusión
Nissan se quedó sin salvavidas para su crisis el pasado mes de febrero tras cerrarse las conversaciones con Honda y Mitsubishi para conformar una fusión comercial.
No convencía a sus potenciales socios la idea de una adquisición completa por parte de Honda sobre Nissan, que hubiera creado el el tercer grupo automovilístico más grande del mundo, valorado en más de 60.000 millones de dólares (52.891,6 millones de euros).
Nissan ha comunicado que los recortes de empleo que anuncia podrían costarle 60.000 millones de yenes japoneses (unos 370 millones de euros) adicionales este año fiscal, según los datos publicados por el fabricante japonés.
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