
El hecho de que Seat no presentara ningún prototipo eléctrico en el Salón de Múnich, celebrado entre los días 5 y 10 del pasado mes de septiembre, unido a las palabras del CEO del grupo al que pertenece Seat, Thomas Schäfer, que mencionó que la firma española desaparecería tras transformarse en un agente de soluciones de movilidad o directamente el hecho de escuchar su mención a que "el futuro de Seat es Cupra", dio la voz de alarma sobre la desaparición de la histórica firma española, que fue fundada por el desaparecido Instituto Nacional de Industria el 9 de mayo de 1950. Pero no será así.
Seat, que presentó beneficios de récord tras los primeros nueve meses del año, no va a desaparecer. No está en los planes del Grupo Volkswagen, propietario de Seat desde 1990, finiquitar a la marca nacional y apostar solo por Cupra. La idea es que Seat no se esfume como fabricante de automóviles y convertir a la marca en referente de una nueva movilidad.
De hecho, Seat salió al paso de las informaciones que apostaban por la desaparición de la firma, en el que mencionaba que la compañía "está más fuerte que nunca" y avala la continuidad de Seat al menos hasta "el final de la combustión", previsto para 2035, año que marcará la prohibición de vender coches de combustión.
El futuro de algunos de los modelos de Seat está asegurado, especialmente el de sus clásicos Ibiza y León, además del Arona, que tendrán versiones híbridas enchufables. La marca española apuesta por la renovación de los tres exitosos modelos, ya que cuenta con una "cartera de pedidos muy alta" y en la actualidad atesora "la mejor gama de producto de su historia".
Pero no solo basará en esos tres modelos su viabilidad. El futuro de Seat es eléctrico, pese a que no presentara en Múnich ningún prototipo de estas características, algo que sí hizo Cupra, su 'marca de lujo', que el grupo prefiere llamar "deportiva", con el espectacular Dark Rebel. En el horizonte de Seat están los modelos eléctricos, como también ha desvelado: "La electrificación de Seat llegará y será diferente".
En todo caso, esa "nueva movilidad" para convertir en referente a la marca pasa por ofrecer, especialmente al público más joven, alternativas que puede inspirarse en Seat MÓ, la división de movilidad urbana que Seat creó en el año 2020 junto con la primera moto eléctrica de la firma.
A la sombra de Cupra
Seat tiene en mente lanzar un coche totalmente eléctrico. El nacimiento de su hermana de lujo Cupra, presentada en 2018, y la apuesta del grupo Volkswagen por ella en lugar de por Seat propició que el que iba a ser el primer eléctrico de la marca, el Born, no luciera finalmente el logo de Seat, sino el de Cupra.
Por todo ello, Seat está trabajando en el que será de verdad su primer modelo totalmente eléctrico. De él todavía no han trascendido datos, aunque sí que Seat podría mostrar un prototipo avanzado a lo largo del año próximo y el coche en cuestión podría ponerse en el mercado en 2025.
Este primer eléctrico de Seat podría derivar del Cupra Born, aunque ese espacio ya está cubierto por Cupra desde hace tres años, salvo que la apuesta fuera por un eléctrico de los que pueden conducirse sin carné. Sería también más factible que el eléctrico de Seat se pareciese al Cupra Raval, un modelo derivado del prototipo Urban Rebel. El Seat Raval, si es que conservara el nombre, podría ser un SUV y atesorar mucho menos carácter deportivo.
Lo que parece claro es que la apuesta de Seat y su "nueva movilidad" es eléctrica, y lo curioso es que, aunque la marca no dispone de eléctricos 100% aún, la idea de electrificar sus coches no es nueva. De hecho, uno de sus modelos de 1989 ya fue trasformado en eléctrico.
Marbella Torpedo Elettica, el primer Seat eléctrico nació en 1989
El Seat Marbella fue uno de los modelos exitoso de la firma española. Inspirado en el Panda, el Marbella nació como coche barato y accesible en 1986 y se mantuvo hasta 1998, cuando fue sustituido por el Arosa.
El Marbella llegó a tener hasta 31 variantes diferentes, algunas tan llamativas como El Marbella Besito –comercializado solo en Italia, Países Bajos y Alemania-, el Marbella Bonito, el Playa, el Kiss (pese a que ya había un Besito en tres países), el Friend, el Maximoto o el Marbella Dim Dam Dom, que únicamente se vendió en los Países Bajos.
El Seat Marbella que pocos conocen es el Torpedo Elettica, que vio la luz en 1989, cuando los coches eléctricos eran ciencia ficción. El Seat Marbella Torpedo Elettica era eléctrico, aunque no era un producto Seat, sino una transfomación llevada a cabo por Torpedo Auto Elletriche, que se presentó también hace 34 años con la idea pionera de converir cualquier modelo de coche en eléctrico.
La marca italiana quiso empezar con un automóvil económico y para ello no tiró de uno italiano, sino del Marbella de Seat que, por otra parte, estaba basado en el italiano Fiat Panda. Aunque este Marbella Torpedo Elettica no era cosa de Seat, la firma española colaboró en su concepción y le facilitó los coches.
El Marbella eléctrico fue una realidad antes que el Fiat Panda Elletra, que saldría en 1990, aunque apenas se comercializaron 900 unidades, casi indistingibles de los Marbella convencionales de combustión salvo por una pegatinas que desvelaban que se trataba de un eléctrico. Llevaba una serie de 14 baterías de plomo y ácido en el hueco del maletero y no restaban espacio interior, que aportaban al coche 16 cv y una velocidad máxima de 90 km/hora y lo más curioso es que no era automático. Mantenía cuatro marchas, como el Marbella de combustión.
Ese primer eléctrico de Seat, que no era exactamente un Seat, pasó casi inadvertido por muchas razones: porque se comercializaron menos de mil, porque solo se vendió en Italia y, sobre todo, porque la mentalidad de la época no concebía aún los coches elécricos. El primer eléctrico de verdad de la marca española no tendrá nada que ver y marcará el futuro de la compañía, con el habitual aval del Grupo Volkswagen y sus prestigiosas apuestas.