
El sector conservero gallego busca entre 500 y 600 trabajadores en la comunidad para cubrir puestos de producción, según ha indicado el secretario general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos (Anfaco-Cecopesca), Roberto Alonso, quien ha lamentado la "falta de mano de obra" que sufre esta industria en la actualidad.
En un desayuno informativo organización por Anfaco-Cecopesca, Alonso ha apuntado a la necesidad de relevo generacional en el sector conservero, que es de gran importancia en Galicia, y que a día de hoy necesita entre 500 y 600 trabajadores.
Al respecto, el secretario general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Conservas de Pescados y Mariscos admite que la sensación empresarial es incierta pues, hace años si se ofertaban 10 puestos, se presentaban 100 personas para cubrirlos. Ahora, por cada 10 ofertas de empleo, aparecen 6 o 7 candidatos, "y al día siguiente uno deja de ir a trabajar", dijo.
Por esta razón, Alonso ha pedido una " reflexión sobre el modelo laboral que se busca, poniendo el foco en el crecimiento del absentismo laboral tras la pandemia y el coste empresarial y para la Administración que este supone. También uno de los problemas, a su juicio, es el envejecimiento de la población.
En este sentido, cree que sería de ayuda " pensar en programas retorna y de integración", para adaptar el sistema productivo al relevo generacional. "Cada oportunidad de trabajo que perdemos a nivel productivo otros la toman", ha insistido Alonso, pese a recordar que España tiene una de las mayores tasas de paro de toda Europa.
Aranceles
Sobre la afectación que podrían tener los aranceles que Estados Unidos en la industria conservera, Roberto Alonso ha dicho que el sector está "muy atento" a los anuncios del presidente Donald Trump e indicó que el país es destino de productos de "alto valor" como calamares.
Pese a explicar que en cuanto a número de toneladas, Estados Unidos no supone un porcentaje muy elevado de las exportaciones de la industria, sí ha dicho que una caída afectaría al sector, por lo que ya se buscan nuevos mercados.
Por ahora, Alonso ha explicado que las empresas "mantienen la calma" y esperan que la administración americana comprenda que los únicos que perderían con más aranceles sobre productos pesqueros serían los consumidores de su país.
En la actualidad, "sobre la mesa" prácticamente no hay productos pesqueros a los que se les vayan a subir los aranceles, aunque ha indicado que el atún, por ejemplo, ya sufre un 35% de arancel.