
Europa ha dado un paso para reforzarse en materia de Defensa. La amenaza de Putin y el viraje estratégico de Donald Trump, dinamitando los pilares que habían sostenido hasta ahora las relaciones transatlánticas, han empujado al Viejo Continente a desarrollar un plan de rearme. En este contexto, Alemania y Francia están moviendo sus fichas. Berlín ya ha aprobado el levantamiento del techo de deuda para ejecutar una hoja de ruta de inversiones en Defensa e Infraestructuras, mientras que en el país galo las firmas de seguridad se apresuran a colocarse en una posición sólida ante el incremento de demanda que se avecina.
El constructor naval francés CMN Naval y la sociedad emiratí Edge han llegado a un acuerdo para crear una joint venture denominada AD Naval. La nueva firma, registrada en Emiratos árabes Unidos, cuenta con una cartera de pedidos realizados fuera del marco de la OTAN que asciende a 7.000 millones de euros.
Según el anuncio realizad nueva sociedad unirá a ambas compañías en un acuerdo de exclusividad dentro del segmento de navíos de guerra de pequeño y mediano tamaño. Concretamente, la nueva empresa, AD Naval, se especializará en la fabricación de corbetas, patrulleros, interceptores, trimaranes y buques de desembarco.
Por otro lado, la fortaleza de AD Naval reside en su cartera de pedidos de clientes no miembros de la Alianza Atlántica. Tal y como señala el anuncio realizado por Edge, el volumen de este negocio roza los 7.000 millones de dólares. Entre los productos demandados destacan los radares y armas inteligentes que reforzarán "las armadas de países no miembros de la OTAN".
Además, Edge controlará un 51% de la participación de la nueva compañía, la cual se servirá de la capacidad de CNM Naval, firma naviera que cuenta con instalaciones y astilleros en Francia, Alemania y Reino Unido y que ya ha construido más de 3.500 buques de guerra. para casi cincuenta países en todo el mundo.