
El mismo día en el que Duro Felguera tuvo sus cuentas reformuladas presentó el preconcurso de acreedores. Los estados financieros previos a la provisión de 100 millones por la reclamación a la que se enfrenta en Argelia se sostenían al límite el equilibrio financiero de la compañía. Con el impacto de los 100 millones, las pérdidas se duplicaron y el patrimonio neto –ya negativo-, que se aguantaba con los préstamos participativos de la Sepi se despeñó hasta los –220 millones.
Según las nuevas cuentas de la cotizada, en los primeros seis meses de 2024 las pérdidas fueron de 52,4 millones de euros, el doble de los 26 millones de euros comunicados en su momento.
Sin embargo, las pérdidas son solo una piedra más en el zapato de la organización, que ya estaba al borde del concurso de acreedores de no ser por la moratoria concursal aprobada por el Gobierno tras el coronavirus. La salvaguarda finaliza el 31 de diciembre. Y Duro Felguera ya jugaba al límite, a la espera de las pérdidas cosechadas en la segunda mitad del año.
En las cuentas originales del semestre, el patrimonio neto ya era de –94,5 millones. A su juicio, esto no era causa de disolución debido a que 100 millones del préstamo participativo de la Sepi, los 13 millones concedidos por la banca y los 6 millones del Principado de Asturias tenían "la consideración de patrimonio neto a los efectos mercantiles de reducción de capital y liquidación de sociedades". Así, los 119 millones de los tres instrumentos compensaban los –94,5 millones.
No obstante, la provisión de 100 millones de euros por la reclamación de Sonelgaz por los retrasos en la construcción de la central térmica de Djelfa y las nuevas pérdidas reconocidas llevaron al patrimonio neto a ser negativo en –220,7 millones de euros.
En sus nuevos cálculos, la firma asegura tener realmente un patrimonio neto mercantil positivo de 69 millones. Reconoce sin embargo que hay 171,1 millones de pérdidas por contabilizar que empezarán a reconocerse el 1 de enero. Así, el patrimonio neto pasará a ser de alrededor de 100 millones negativos, a la espera de conocer el desempeño de la segunda mitad del ejercicio 2024.
¿Qué dice el auditor?
Si bien el auditor (Deloitte) había advertido de que el conflicto de Djelfa podía implicar algún tipo de provisión en las cuentas de Duro Felguera, había sido incapaz de cifrarla. Por ello, la compañía no había incluido colchón financiero alguno en sus cuentas. Sin embargo, la presentación de la reclamación de Sonelgaz ante la Cámara de Comercio e Industria de Argelia por 413 millones provocó que el nuevo auditor de la compañía (KPMG) de la mano de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) le obligasen a provisionar los citados 99 millones.
Ahora, en un informe presentado al regulador, KPMG –que también dio luz verde a las cuentas del primer semestre sin provisión- dice aplicar "un tratamiento contable más conservador en cuanto a la interpretación de los diferentes escenarios del proyecto".
La provisión de 99 millones se divide entre 49 millones por retrasos anteriores a 2022 y 50 millones por la actualización de costes a 2023. Por este motivo, el patrimonio neto a cierre de 2023 se redujo en 99 millones y el resultado neto del primer semestre del año pasado se encogió en otros 50 millones.