Asturiana de Laminados, la empresa que opera bajo la marca elZinc, se asoma al abismo con el concurso de acreedores cada vez más cerca. La compañía ha convocado una asamblea del sindicato de bonistas el próximo día 16 de diciembre en la que planteará aplazar el pago de la deuda. En el primer punto del orden del día, según ha comunicado la firma al BME, figura la aprobación para aplazar el pago del cupón, que debía abonarse el 31 de diciembre, al 2 de agosto de 2027, y la autorización asimismo para modificar la fecha de vencimiento de los bonos, actualmente fijada en el 2 de agosto de 2027 hasta cinco años después, el 2 de agosto de 2032.
La situación de la compañía se complica así después de que el BME suspendiera el pasado día 1 la cotización de las acciones de la firma, "al no haber atendido su obligación de publicar, en el plazo previsto por la normativa para ello, los estados financieros intermedios de los seis meses terminados el 30 de junio de 2024, sometidos a revisión limitada de su auditor". De acuerdo con las fuentes consultadas por este periódico, KPMG, la firma encargada de supervisar sus estados financieros, no habría dado el visto bueno a los mismos, lo que estaría provocando el retraso en la presentación de los mismos.
Las acciones de Asturiana de Laminados habían cerrado el día anterior a 0,09 euros por título, con lo que acumulaban una caída de casi el 45% en lo que va de año. Su capitalización actual se sitúa así en 12,32 millones de euros, de acuerdo con los datos de BME. La reducción de las ventas y la deuda financiera arrastraron ya a la empresa a una situación financiera muy complicada, con unas pérdidas consolidadas de 9,3 millones de euros en el último ejercicio, lo que supuso cinco veces más que en 2022. En concreto, la empresa sumaba una deuda en 2023 de más de 100 millones de euros, una cifra superior incluso a sus ventas después de haber sufrido un recorte de los ingresos del 24%, hasta 101,6 millones de euros. En su último informe anual, Asturiana aseguraba que "cuenta con previsiones de caja para los próximos 15 meses " para hacer frente a sus obligaciones a corto plazo y mantener su actividad comercial. Sin embargo, el deterioro se ha acelerado ahora y la empresa se estaría quedando sin liquidez, lo que ha motivado que no pueda asumir el pago de la deuda.
Con un capital circulante negativo de 13,5 millones a 31 de diciembre del último ejercicio -en el año anterior fueron 5,5 millones - la firma, controlada por el empresario Macario Fernández y especializada en la producción de bobinas y chapas de zinc, paralizó en mayo el proyecto de su fábrica en Villabrázaro, en la provincia de Zamora, perteneciente a su filial Latem Aluminium.