
A pesar de hablar desde hace meses de una ralentización de la actividad constructora, Cementos Molins saborea un incremento del 35% de los beneficios en 2023. La cotizada catalana cerró el pasado ejercicio con unas ganancias de 151 millones frente a los 112 millones de 2022. La firma logró mejorar el precio del cemento a la par que se elevaron los volúmenes puestos al mercado.
Según informó la empresa familiar en un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la mejora del beneficio neto se debió al avance de la operativa en un año en el que se incrementó la cifra de negocio en todas las divisiones y prácticamente todas las regiones. Las ventas escalaron el 6% desde los 1.268 millones hasta los 1.349 millones de euros.
La compañía celebra así que el Ebitda mejoró el 22% hasta los 337 millones. "Destacamos la contribución positiva de los negocios en México y España y el impacto positivo de los mayores volúmenes, los planes de eficiencia y la subida de los precios de venta", explica la organización. El volumen de cemento Portland se incrementó el 6% y el hormigón el 12%.
Cementos Molins arrastraba incrementos de la rentabilidad durante todo el ejercicio hasta el último trimestre, cuando la hiperinflación de Argentina segó la senda y el Ebitda descendió el 14%. De hecho, la inflación en el país sudamericano y Turquía provocó que las ganancias crecieran el 35% y no el 39%.
El incremento en el resultado se debe también a un 2022 complicado para las cuentas de la cementera. "El año anterior estuvo afectado negativamente por la desaceleración económica, una fuerte inflación de costes y tensiones en la cadena de suministros", recuerda.
Pese a la mejoría, la cotizada advierte que 2023 también sufrió una ralentización de la actividad a medida que avanzaba. La empresa ya comenzó a notar el freno en el segundo y tercer trimestre. Y en el último cuarto del ejercicio se anotó un descenso del 13% de las ventas que se notó principalmente en la comercialización de los cementos Portland.
A la espera de una gran operación corporativa
En lo referente a la deuda financiera neta, la compañía cuenta con un saldo de tesorería de 17 millones. La firma hace años que hace caja en busca de una operación corporativa que, además, le permitiría saltar al mercado continuo para abandonar los corros electrónicos, donde cotiza ahora mismo.
El consejo también decidió proponer a la junta un dividendo de 0,92 euros por acción, un 35% más que en 2022, lo que supondría un pay-out del 40% y un yield del 4,7%. Considerando el dividendo a cuenta distribuido el pasado diciembre, el dividendo complementario sería de 0,52 euros por acción, que se distribuiría en julio de 2024 si la junta así lo aprueba.