
El fabricante de porcelana decorativa Lladró, que en 2017 fue adquirido por el fondo PHI Industrial para tratar de relanzar la histórica marca, volvió a cerrar en números rojos su último ejercicio, aunque ha conseguido reducirlos sustancialmente. Lladró perdió 620.00 euros en 2022, un 60% menos, según las cuentas individuales de Lladró, la principal sociedad del grupo valenciano.
En el ejercicio anterior la principal compañía del grupo había registrado un resultado neto negativo de 1,54 millones de euros. Desde que PHI asumió la propiedad la sociedad no ha logrado salir de pérdidas, una situación que ya arrastraba antes de que la familia de los tres hermanos fundadores que dieron nombre a la conocida marca dejarán el accionariado.
La firma logró incrementar su cifra de negocio hasta los 31,5 millones de euros, un 6,8%, con los mercados internacionales como principal fuente de ingresos ya que el 90% de su producción procedió del exterior, con Japón, Estados Unidos, India y China como principales mercados por delante de Latinoamérica.
Una actividad que se vio afectada por el Covid y que se ha ido recuperando paulatinamente, para lo que el fondo ha apostado por renovar las líneas de producto con creaciones como una línea bajo licencia de productos de Star Wars y la inversión en nuevos puntos de distribución y retail ligados a un producto menos clásico que el tradicional. Dentro de esa estrategia también está renovando sus establecimientos.
Ertes y préstamos
La empresa de porcelana también ha utilizado de forma habitual los expedientes de regulación de empleo temporal (Erte) para hacer frente a los ajustes en la producción y posteriormente por el Covid. El año pasado los prolongó aunque para su red de tiendas.
La compañía valenciana precisamente acudió al fondo creado por el Estado a través de Cofides para poder garantizar la continuidad de empresas medianas golpeados por los efectos de la crisis sanitaria. A finales de 2021 Cofides aprobó un préstamo participativo de 8 millones de euros destinado a Lladró.