Industria

El grupo francés ADEO invertirá más de 75 millones en una planta en Teruel de mobiliario de cocina

  • La planta estará a pleno rendimiento en 2028
  • Cuando esté funcionando en su totalidad, se generarán 213 empleos directos
  • La nave de Teruel de ADEO y FINSA es la primera fruto de esta colaboración entre ambas compañías
Obras en la Plataforma Logística de Teruel.
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El grupo francés ADEO, con diferentes marcas como Leroy Merlin con la que opera en España y, en concreto, en Zaragoza, ha establecido una alianza con la empresa FINSA con el fin de poner en marcha una fábrica en la Plataforma Logística de Teruel (PLATEA), cuya actividad se centrará en el mobiliario de cocina.

Esta nueva planta supondrá una inversión total de 75,2 millones de euros y se levantará sobre una parcela de 145.000 metros cuadrados en PLATEA, que ya ha sido reservada por las compañías para proceder, posteriormente, a la operación de adquisición. Estos terrenos están situados cerca de la terminal ferroviaria y, sobre esta superficie, se construirá una nave de alrededor de 32.000 metros cuadrados.

En estas instalaciones, la actividad se centrará en la fabricación de piezas mecanizadas y componentes de muebles de cocina, así como en otros elementos de mobiliario en formato kit.

En concreto, la nave inicial contará con una línea de despiezado a medida de tablero recubierto reciclado, que se empleará como materia prima, otras líneas de mecanizados de piezas cortadas como canteado, rasurado o taladrado, entre otras, y una línea de conformado y otra de embalado en kit.

Las instalaciones se dotarán con un almacén automático inteligente y contará con vehículos auto-guiados para el transporte interno del material. Igualmente, se instalarán placas solares en el tejado de la nave para autoconsumo de la nueva fábrica.

La previsión es que los trabajos de construcción de esta fábrica comiencen una vez el proyecto sea declarado inversión de interés autonómico -está previsto para el Consejo de Gobierno del próximo día 5 de abril-, para empezar a estar operativa en una primera fase en el año 2025.

Los planes de ambas compañías, que han descartado realizar declaraciones, contemplan que este centro productivo esté a pleno rendimiento en 2028, según fuentes del Ejecutivo aragonés. En esta fecha será cuando se amplíe la capacidad con la instalación de una segunda línea de corte y otra de embalado.

Inicialmente, se contempla que los productos que salgan de esta fábrica se destinen tanto al mercado nacional como internacional. Los datos que se barajan es que la facturación inicial ronde los 20 millones de euros para crecer hasta los 70 millones en el horizonte de 2030.

Esta planta -operará bajo un nuevo nombre fruto de la alianza de las dos empresas y que hasta el momento no ha trascendido-, supondrá la creación de 213 empleos directos una vez esté a pleno rendimiento y 633 indirectos. En una primera fase, los puestos de trabajo directos podrían rondar los 133 directos y los 400 indirectos. Para las obras de construcción, se estima que se generarán entre 60 y 80 puestos de trabajo en período de dos o tres años de ejecución de la planta. Los perfiles que la empresa demandará serán especializados para lo que se deja la puerta abierta a la colaboración con el INAEM para dar la formación específica.

Ambas empresas han unido su experiencia y conocimiento del sector en este nuevo proyecto para el que se ha elegido Teruel, provincia en la que FINSA ya tiene presencia con dos fábricas en la localidad de Cella, cuya actividad se enmarca en el sector de la madera, con una clara apuesta por la reutilización de materiales y la apuesta por la economía circular.

Precisamente, la planta de Teruel será la primera fruto de la colaboración entre ambas empresas, que ya vienen colaborando desde hace más de 20 años en la fabricación y distribución de productos para el hogar derivados de la madera.

ADEO es el tercer grupo mundial del sector de la venta de bienes de consumo para el bricolaje y la decoración. En Zaragoza, cuenta con dos tiendas bajo la marca Leroy Merlin en Puerto Venecia y Utebo, que suman 183 empleos directos y casi 500 indirectos. La compañía genera en Aragón un impacto de 72 millones de euros anuales a través de la compra de suministros a proveedores y aragoneses.

Por parte, FINSA en Cella, que proporcionará la materia prima principal para este nuevo negocio, genera 400 empleos directos y entre 800 y 1.200 indirectos. El ritmo de inversión en los últimos 7 años se ha situado en 10 millones de euros y, en Aragón, contempla en sus presupuestos operacionales un gasto anual de 30 millones de euros.

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