
La transición hacia una industria cero emisiones es una prioridad para la UE, especialmente desde el estallido de la guerra de Ucrania. Pero para poder sostener y potenciar este segmento, necesita tener acceso a las materias primas necesarias. Es en este contexto que la Comisión Europea ha presentado este jueves una propuesta para que la UE extraiga el 10% de las materias primas que consume. Una propuesta que busca impulsar la producción y procesamiento de estos compuestos en el mercado comunitario y diversificar los acuerdos de suministro con terceros países.
Considerando el nivel de turbinas eólicas que la UE proyecta producir, "la demanda de tierras raras se espera que sea entre cinco y seis veces superior en 2030 y entre seis y siete en 2050", ha explicado el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, en rueda de prensa. En el caso de las baterías "la demanda de litio se espera que sea 12 veces superior en 2030 y 21 veces superior en 2050", ha complementado.
La intención del Ejecutivo comunitario es establecer una estrategia para que al menos un 10% de las materias primas que se consuman se produzcan en el espacio comunitario. Una estrategia con la que la UE busca romper con dependencia excesivas de ciertos países, como es el caso de China que copa el 90% del suministro de materias primas y que ha dejado cierto regusto amargo tras la crisis de suministro de los microchips durante la pandemia.
En este sentido, el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton, ha indicado la importancia de las materias primas críticas para los teléfonos móviles o semicondutores y ha reconocido la elevada dependencia de la UE de ciertos países en algunos materiales. "Turquía suministra el 99% del boro", ha enumerado, "el 99% del magnesio viene de China"
La finalidad es que ningún país tenga una dependencia superior al 70% de ninguna materia prima identificada como crítica para sectores estratégicos para la industria cero emisiones, la digital, la aeroespacial y la de defensa. Por lo que insta a que los países implementen proyectos de exploración geológica de recursos minerales.
De cara a 2030, el objetivo es que la extracción comunitaria represente el 30% de la demanda doméstica de materias primas, ha explicado Dombrovskis, el 40% del procesado y refinado y el 15% del reciclado.
En un paso más, el comisario letón ha explicado que si el 10% de la capacidad de producción de materias primas radica en la UE "significa que el 90% del suministro viene de fuera de la UE", por lo que ha abogado por establecer relaciones con otros países. Entre ellos ha mencionado los acuerdos con Chile, Canadá, Namibia o Ucrania.
Además, de cara a crear unas cadenas de suministro resilientes, Bruselas ha planteado reducir las barreras administrativas y agilizar los procesos de concesión de permisos para los proyectos sobre materias críticas en el espacio comunitario. Estas iniciativas se beneficiarán, además, del acceso a financiación y plazos de aprobación más cortos, concretamente, de 24 meses para los proyectos de extracción y de 12 meses para el reciclaje y procesado de materias primas.
Además, la UE podrá monitorizar las cadenas de suministro de materias primas para mitigar los riesgos asociados, así como la coordinación de las reservas de las mismas a nivel de estados miembro. En este marco, la UE establece que algunas compañías deberán auditar sus cadenas de suministro de materias primas críticas, incluyendo test de estrés.