
La empresa, con sede en Zaragoza, ha fabricado apoyos isquiáticos con materiales 100% reciclados a partir de elementos de autobuses que se encuentran en desuso dentro de un pionero proyecto de economía circular con el que se evita que estos residuos acaben en el vertedero, al mismo tiempo que se facilita la accesibilidad de esta red de transporte a personas con movilidad reducida.
La accesibilidad es una de las tres líneas de negocio, junto con las de señalización y pegatinas con valor añadido, de Implaser, que está inmersa en este proyecto pionero de economía circular de TMBinnova y alineado con el servicio de Accesibilidad Universal de Transportes Metropolitanos de Barcelona.
La colaboración entre ambas compañías ha permitido diseñar y fabricar apoyos isquiáticos, de gran utilidad para personas con movilidad reducida, que han sido realizados con materiales 100% reciclables y que proceden de elementos de autobuses en desuso de las series 3300 y 3400 y que, habitualmente, acaban en el vertedero.
El proyecto ha permitido la fabricación de ocho apoyos isquiáticos con dos diseños distintos para disponer de dos modelos con alturas diferenciadas con el fin de facilitar el apoyo lumbar de los usuarios y la accesibilidad a la red, además de aportar más confort a las personas. Estos apoyos ya se han instalado en la red de metro, en concreto, en las estaciones de Universidad y de La Sagrera, ambas de la Línea 1.
Esta colaboración surgió a raíz de la larga trayectoria de colaboración de Implaser y Transportes Metropolitanos de Barcelona en materia de señalización y de accesibilidad con el fin de facilitar la movilidad de las personas. "Llevábamos ya en la cabeza ver qué residuos tenía TMB para darles una mejora y facilitar la accesibilidad de la red", afirma Clemente Huerta, director general de Implaser, a elEconomista
Inicialmente, se pensó en reutilizar el plástico, aunque es un residuo escaso en el TMB, descartándose también otras piezas para evitar introducir madera en las estaciones por motivos de seguridad. Finalmente, se observó que se podían aprovechar parte de los autobuses como los agarraderos y las tapas y chapas de cableado de los autobuses que llevan en su parte superior.
Con estos materiales se ha trabajado para su reutilización en estos apoyos isquiáticos, que ahora forman parte de un proyecto piloto para ver su aceptación y empleo, testeo que durará seis meses para revalidar el producto antes de su industrialización porque "la idea es que se pueda hacer en toda la red". Con este objetivo, se recogerá la opinión de las personas usuarias mediante una encuesta online, código QR situados cerca de los puntos instalados y encuestadores de campo.
Estos apoyos isquiáticos, para los que se ha trabajado de la mano del Centro Aragonés de Diseño Industrial (CADI) y de la también empresa aragonesa Línea Diseño, solo estarán disponibles para TMB, aunque es "un producto viable que se podría extrapolar a otras compañías y realizar productos exclusivos" según las necesidades. Por ejemplo, se podría extrapolar a aeropuertos y puertos, donde también serían útiles este tipo de apoyos.
Creciendo un 10%
Esta iniciativa no es la única que está llevando a cabo Implaser, con sede en la localidad zaragozana de Alfajarín, que también está acometiendo un importante proyecto en Arabia Saudí centrado en la realización de seis estaciones de tren en la zona centro del país y que llegará hasta la frontera con Jordania, atravesando el desierto. De momento, ya se han acometido las estaciones de Riad y Majma'ah y ahora la previsión es continuar con el resto de estaciones, estando previsto que estén todas finalizadas en abril de 2023.
Precisamente, este proyecto ha supuesto un importante empujón a la actividad de Implaser, que también ha realizado otros proyectos en el exterior desde su internacionalización como la señalización del metro de Quito, aparte de trabajar en el metro de Ciudad de México y en otros países del norte de África y de Sudamérica, entre otros.
La actividad ha permitido superar en 2022 las previsiones de la compañía. "El 2022 ha sido un año bueno. Hemos batido récord de facturación con un crecimiento de más del 10%" frente a la previsión del 6% inicial, aunque también se ha notado impacto en el beneficio por la subida del precio de las materias primas, que no se ha podido "repercutir tanto", añade Clemente Huerta, quien añade que la empresa ha podido mantener su margen en niveles aproximados a los del ejercicio anterior.
Y las perspectivas para 2023 son también positivas, puesto que se prevé crecer un 6%, superando los más de siete millones de facturación con los que se va a cerrar el ejercicio de 2022. "La idea es continuar con las tres líneas de negocio: señalización en la que somos líderes en el mercado nacional; las pegatinas con valor añadido y que están muy bien consideradas en el mercado y especialmente en países como Bélgica y Holanda, y la accesibilidad por la que vamos a apostar muy fuerte".
El crecimiento de la empresa también ha tenido un impacto positivo en el empleo, pasando de 72 profesionales en plantilla a 75 en 2022. De cara a 2023, se prevé también la incorporación de más perfiles enfocados a la accesibilidad y al área de ingeniería para dar soporte al área, aparte de otras incorporaciones para la estructura interna de la empresa. En total, se prevén entre dos y tres nuevas contrataciones.
Apuesta por la I+D+i
Además, la empresa seguirá con su apuesta por la I+D+i, ámbito en el que está inmersa en varios proyectos relacionados con la impresión funcional, la sensorización para tomar datos a través de las plantillas del calzado, la plataforma multicanal en la nube para IoT o el proyecto para el reciclaje de señales para realizar otras nuevas ahondando en la economía circular para lo que recibirán fondos del CDTI.
La empresa también ha acometido inversiones para renovar su maquinaria. Recientemente, ha adquirido dos nuevas para sustituir a otras dos y contar con la última tecnología en el sector.