La tecnología y la digitalización se plantean fundamentales para reducir el consumo hídrico de la agricultura y minimizar su impacto medioambiental. En este contexto, nuestro país es el primero de Europa por número de empresas agrotecnológicas.
La agricultura y la producción alimentaria suponen alrededor del 70% del consumo mundial del agua, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Nos encontramos en mitad de una crisis hídrica sin precedentes, porque si atendemos al crecimiento demográfico y al consiguiente aumento de la demanda de alimentos (la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura [FAO] apunta que se necesitará un 50% más de comida para 2050), el gasto de agua destinada a cultivos se disparará en los próximos años. Concretamente, en España el 82,1% de los usos del agua los recoge el sector agrícola. En efecto, el regadío es una de las bases de nuestro sistema agroalimentario y el 22,9% de todos los cultivos corresponde a superficie regada. En esta línea, lo más alarmante es que las previsiones estiman que la situación empeorará en el futuro y la FAO pronostica que más de 1.900 millones de personas vivirán en regiones que se enfrentarán a una escasez hídrica casi absoluta para 2025.
Unas cifras que ponen de manifiesto la necesidad de reducir la huella hídrica del sector agroalimentario, reduciendo el consumo y los costes gracias al uso de nuevas tecnologías que permitan una gestión inteligente y más eficiente del agua.
Líder europeo y referente global
De esta manera, aunar tecnología y sostenibilidad para una correcta transformación del sector agrícola será clave para el desarrollo de alimentos sostenibles durante los próximos años. Se plantea fundamental la incorporación de soluciones y herramientas digitales para configurar una agricultura más eficiente.
En este sentido, según la Asociación Española para la Digitalización de la Agricultura, el AgroAlimentario, la Ganadería, la Pesca y las Zonas Rurales, España es el primer país de Europa, y el tercero del mundo, por número de firmas que desarrollan tecnologías agrícolas, o agrotech, y ofrecen sus plataformas para avanzar en innovación y para digitalizar e implantar nuevas tecnologías en el sector agroalimentario. Concretamente, contamos con 757 compañías agrotech en nuestro país, solo por detrás de Estados Unidos (2.896) e India (1.338).
Actualmente, los sistemas de riego por aspersión alcanzan una eficiencia de entre un 70% y un 80%. Sin embargo, los sistemas más eficientes son los que permiten distribuir el agua en puntos muy precisos, como el riego por goteo, que ofrece una eficiencia de entre un 85% y un 90%. En esta línea, Aqualia, compañía referente en la gestión hidráulica del sector agrario en nuestro país desarrolla herramientas tecnológicas que modernizan la explotación de los regadíos, optimizan los recursos hídricos y mejoran su eficiencia. "La tecnología y la digitalización es fundamental para mejorar la eficiencia de estos sistemas de riego, las Comunidades de Regantes con las que trabajamos así lo corroboran y empiezan a ser conscientes de las numerosas ventajas que aporta el desarrollo tecnológico al sector agrícola", comentan desde Aqualia.
Tanto es así, que han aparecido numerosas soluciones digitales durante los últimos años. Como es el caso de Sensacultivo, una aplicación que facilita conocer el estado de cualquier tipo de cultivo en tiempo real a través de un smartphone, permitiendo controlar diversos factores que permiten ahorrar hasta un 25% de agua y reducir las plagas y las enfermedades. Una tecnología similar es la desarrollada por Smart Biosystem, el Sistema Autómata de Cultivo (S.A.C.), para mejorar la eficiencia en el cultivo de zonas verdes, huertos e invernaderos. Permite el control y la monitorización telemática del estado del suelo mediante un teléfono inteligente y realiza un riego autónomo cuando es necesario. Por otro lado, Aquamática es una app que permite conocer, programar y gestionar las necesidades hídricas de las plantas, cultivos y áreas ajardinadas, proporcionando, además, los datos necesarios para saber cuándo y cómo regar de la manera más eficiente.
Una buena muestra de que el sector agrícola español sigue avanzando en materia de digitalización y que posiciona a España como líder mundial en rentabilización del riego, según el CSIC. En nuestro país se riega con menos agua de la que se necesita, pero con la suficiente para poder generar el mayor beneficio y que no solo se ahorre agua, sino que la utilizada se evapore lo menos posible.