Industria

El corredor de la A-5 revive con nuevas industrias

  • Su revitalización creará más de 5.000 empleos en Talavera y Navalmoral
  • Alcaldía y los gobiernos trabajan en el cambio del modelo productivo
  • Meta elige la zona para un centro de datos, Envision para fabricar baterías
La gigafactoría de Envision. Foto: Europa Press.

La industria 4.0, la cuarta revolución industrial basada en la aplicación y el fomento de la tecnología y digitalización, ha llegado al mundo rural para quedarse y permitirá revivir, junto con otros proyectos, el corredor de la A-5, la unión natural entre España y Portugal, con la creación de más de 5.000 empleos en las localidades de Talavera de la Reina y Navalmoral de la Mata.

La primera de las localidades, la castellano manchega Talavera de la Reina, será la sede del Data Center Campus de Meta en España, un proyecto de singular interés que impactará directamente en la economía del entorno. De hecho, ya está siendo un revulsivo y un potencial de captación para las principales multinacionales.

En este mismo corredor también se instalará otra industria, una Giga factoría de baterías de litio de Envision, que se levantará en Navalmoral de la Mata (Cáceres). Dos centros industriales, dos inversiones millonarias separadas por apenas 65 kilómetros una de la otra.

La alcaldesa de Talavera de la Reina, Tita García, destacó que los gobiernos de España y de Castilla-La Mancha llevan trabajando conjuntamente desde hace mucho tiempo para que este cambio de modelo productivo sea una realidad. De esta forma, esta localidad podrá pasar de una economía basada en el sector primario a ser la sede de una nueva ciudad tecnológica. Una inversión de mil millones de euros que creará más de 2.000 puestos de trabajo. Meta, según Tita García, ha puesto los ojos en esta localidad por las sinergias que se están creando y por la confianza que están viendo en entornos como este.

Pero la elección de la España rural es un rara avis. Este tipo de Data Center Campus ya se ha instalado en grandes ciudades de otras regiones, como Bélgica que lo levantó en Bruselas, o en Francia, que lo ubicó en París. Pero la elección de una zona rural era impensable hace unos años porque, como dice la alcaldesa, "estaba reservado para las grandes ciudades". Esa misma sensación tiene Raquel Medina, alcaldesa de Navalmoral de la Mata, quien mira hacia la gigafactoría como un "punto de inflexión en la zona" cuya economía está basada en el sector tabaquero y en la central nuclear. Lo mismo ocurre en Talavera con la cerámica. Por ello, es necesario un cambio de modelo productivo.

El Expacio Navalmoral, nombre que ha recibido la zona en la que se instalará la planta, será el encargado de acoger esta factoría, una apuesta de la Junta de Extremadura por ofrecer suelo industrial conectado a los grandes proyectos empresariales. "Ya nos tocaba la renovación y revolución industrial que todo parece indicar que así va a ser, nos espera un futuro muy prometedor", destacó Medina. Con ello, la planta creará 3.000 nuevos empleos de gran valor añadido.

La A-5, destino de inversiones

El corredor de la A-5, alejado de las grandes urbes, tendrá un impacto directo de 5.000 nuevos empleos tecnológicos. En poco más de 65 kilómetros de distancia, se prevé que el impacto que generen estas inversiones dinamice y reindustrialice los entornos rurales donde la revolución industrial pasó de largo.

El salario medio anual de los habitantes del mundo rural oscila entre los 14.000 y los 20.000 euros anuales frente a casi los 30.000 en Madrid. Por ello, los principales Gobiernos regionales están haciendo todos los esfuerzos posibles para ser capaces de atraer inversiones que, además de crear empleo de calidad, puedan generar salarios dignos entre la población.

Esta nueva revolución persigue hacer justicia en las zonas más alejadas y más necesitadas de industrialización y empleo, pues sólo así se puede evitar la despoblación en la España vaciada. Hoy el mapa que se dibuja puede ser muy diferente al que había hace unos años.

Nuevos empleos

La creación de 5.000 nuevos empleos será, sin duda, fundamentales para la dinamización de territorios que siempre han basado su economía en el sector primario, con salarios más bajos y un trabajo muy marcado por la temporalidad. El impacto directo de una gran masa de nuevos empleos de esta nueva industria servirá como revulsivo en una economía local rural que llevaba tiempo con ganas y esperanzas de cambios en su estructura.

La conectividad, la digitalización y las infraestructuras han hecho de las zonas alejadas el lugar favorito de estas nuevas inversiones, que ven en el mundo rural más ventajas que inconvenientes, tienen una mayor disponibilidad de suelo industrial y disponen de una amplia red tecnológica que está revolucionando el nuevo mundo. Se trata de la industria 4.0, la cuarta revolución industrial basada en la transformación digital que no solo ha cambiado nuestra economía, sino también los mercados y los entorno de trabajo y de mano de obra.

La nueva economía en España está abandonando los grandes polos industriales y está apostando por convivir en un nuevo modelo productivo inmerso en la nueva economía verde y circular, fomentando el crecimiento y la eficiencia, respetando el medio ambiente al tiempo que optimiza el uso de los recursos.

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