
Cementos Molins calcó beneficios en el primer semestre. La compañía registró unas ganancias de 57 millones de euros, una cifra idéntica que la obtenida en 2021, pero sufrió el impacto de la inflación en sus márgenes. La empresa no pudo traducir la subida del 35% de los ingresos hasta los 608 millones en un mejor resultado.
La compañía explicó que el avance de la cifra de negocio se produjo por los nuevos negocios en Sudamérica, el crecimiento de la construcción y las adquisiciones realizadas a 2021. Sin el aumento del perímetro, las ventas crecerían el 12%.
El Ebitda fue de 132 millones, el 6% más gracias a los nuevos negocios y el impacto positivo en los tipos de cambio. En términos comparables, no obstante, lamentó un descenso del 4% por la fuerte inflación en los costes, que quedó mitigada "parcialmente" por los aumentos de precios en los que se tradujo.
Cementos Molins lamentó que la inflación ha sido especialmente alta en España y que, a pesar de incrementar los precios, "no se compensan los costes con el correspondiente deterioro de márgenes".
La deuda de la empresa disminuyó hasta 158 millones de euros a cierre de 30 de junio de 2022, con un múltiplo de deuda financiera neta/Ebitda de 0,6 veces.
El consejero delegado de la organización, Julio Rodríguez, señaló que "a pesar de la desaceleración en el crecimiento de los mercados y de un contexto global incierto", la compañía mantiene la confianza en la consecución de los objetivos del plan estratégico 2020-2023.