La industria de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio aportó 16.500 millones de euros al PIB de España en 2020, un 1,5% del total, según datos otorgados por la Asociación Española de Empresas Tecnológicas de Defensa, Seguridad, Aeronáutica y Espacio (Tedae).
Además, tiene un importante efecto multiplicador. Por cada euro que invierte se generan 2,5 euros en la economía española. Asimismo, es un sector estratégico, resiliente, con una gran capacidad exportadora y que se nutre de un gran talento laboral.
Por todo ello, es primordial impulsar esta industria para que siga siendo tractora y solo se podrá conseguir invirtiendo de manera continuada. Esta fue una de las principales conclusiones del IV Foro de Defensa La industria de la Defensa: Soberanía nacional tecnológica para la reactivación, organizado por elEconomista en colaboración con Grupo Oesía. A este respecto, Luis Furnells, presidente ejecutivo de Grupo Oesía, señaló que este sector es muy intensivo en "alta tecnología que requiere inversiones para que pueda crecer y que deben estar enmarcadas en un plan plurianual. Necesitamos certidumbre y marcos inversores sabiendo que lo que invertimos lo vamos a recuperar".
En este sentido, Francisco Javier Sánchez Segura, vicepresidente ejecutivo de Airbus España, remarcó que "cuando hablamos de capacidades tecnológicas siempre son a largo plazo. Por ello necesitamos políticas a largo plazo. No hay un problema de colaboración lo que quizá falta es una estructuración estatal que nos permita tener visibilidad a largo plazo, una planificación, unos planes de inversión, capturar talento y que nos de visibilidad. Tenemos que pensar mucho a largo plazo para ser competitivos".
Los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) se comprometieron hace años a dedicar un 2% del producto interior bruto (PIB) a defensa, lo que ha elevado las inversiones. No obstante, en España el gasto en esta industria es del 1%. Como señaló Miguel Ángel García Primo, director general de Hisdesat, "la industria necesita continuidad y mantenimiento de las inversiones. De nada sirve llegar al objetivo del 2% si luego años después bajamos al 1%. Por ello, la sostenibilidad de las inversiones es fundamental".
Según el informe de la Dirección General de Armamento y Material (DGAM), Perspectiva de la industria de Defensa, en el contexto actual de cambios globales y aceleración tecnológica, en muchos casos disruptiva, es vital para el Ministerio de Defensa disponer de capacidades avanzadas en I+D+i, como elemento de anticipación operativa y ventaja competitiva en el aspecto industrial y económico.
Así, Ricardo Domínguez, presidente de Navantia, remarcó que "hemos pasado de construir diseños extranjeros a construir diseños propios. Hay una industria muy capaz para desarrollar nuestro producto propio. La colaboración tiene que ir a más, necesitamos un marco presupuestario estable a largo plazo".
Por su parte, Ignacio Mataix, consejero delegado de Indra, indicó que "necesitamos una mayor inversión. 14 países de la OTAN ya han logrado la meta del 2%". A este respecto, Mataix remarcó que "tenemos propuestas para la utilización de los fondos europeos. La inversión en defensa está creciendo más lento de lo que nos gustaría y con menos visibilidad de la que querríamos".
El paquete histórico aprobado por Europa como respuesta a la crisis provocada por la Covid-19, denominado Next Generation EU, contempla una inversión para el sector de la defensa y la seguridad de casi 15.000 millones de euros entre 2021 y 2027. Por tanto, la contratación pública desempeña un papel clave como uno de los instrumentos que debe ser utilizado para conseguir un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, garantizando al mismo tiempo el mejor uso de los fondos públicos.
Así, Sánchez Segura explicó que Airbus ya está trabajando en un Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) que, según el Gobierno, financiará actividades de I+D+I que generen un efecto de arrastre sobre toda la cadena de valor. En su caso, Navantia, junto a Pymar y Siemens, participa en el PERTE Naval para impulsar la transformación y digitalización del sector.
Soberanía y colaboración
La soberanía nacional de España en materia de defensa es fundamental para no depender de otros países. Este objetivo pasa, ineludiblemente, por la soberanía tecnológica que incluye desde el diseño, desarrollo, fabricación y certificación hasta el cifrado; soberanía operativa, con una cadena de suministro propia; y que sea una industria sostenible. Esa soberanía no está reñida con la colaboración. De hecho, como recordó Furnells, "la soberanía nacional española ha contribuido de una manera determinante en la soberanía europea".
Un claro ejemplo de ellos es el proyecto Eurofighter, que se inició en 1977, con el objeto de conseguir un avión de combate europeo de nueva generación. Uno de los proyectos que destaca actualmente es el del futuro avión de combate europeo (FCAS), que desarrollan España, Francia y Alemania.
Para Sánchez Segura no hay otro camino: "Es necesario mantener una soberanía nacional al mismo tiempo que colaboramos con otros países". No en vano, Airbus "ha sido el padre de los grandes programas europeos en los últimos años". En esta línea, "tenemos que saber conjugar la soberanía nacional con la cooperación internacional. Competimos pero a la vez colaboramos", coincidió Mataix, quién quiso recordar que España tiene "una estructura demasiado garantista y nuestros contratos son pocos flexibles. Tenemos que ir a un futuro en el que los ecosistemas sean más abiertos y más dinámicos".
En este contexto, fruto de la colaboración, ha nacido IndesIA, el primer consorcio de inteligencia artificial (IA) de la industria en España, con vocación europea, y que cuenta con miembros como Navantia o Microsoft. "Es necesaria la colaboración entre empresas y países de cara a la interoperabilidad de nuestros recursos. Es la única forma de ser eficientes", indicó Domínguez.
Por su parte, García Primo remarcó que "tenemos un compromiso de defensa colectiva y tenemos que cumplir con nuestros socios internacionales". Por otro lado, el director general de Hisdesat quiso hacer hincapié en la dualidad de las tecnologías que desarrolla el sector, ya que "se utilizan por la sociedad en general". Además, remarcó que "la seguridad es un bien esencial de la sociedad a igual que lo es la educación o la sanidad".