
Si hay algo que caracteriza a un mito es su capacidad de marcar una época, de convertirse en referencia para rivales y compañeros y, por supuesto, de sentar un precedente en la Historia que el resto de sus sucesores tratará de perseguir. A ese nivel fue capaz de llegar Sir Alex Ferguson, el mejor entrenador de la historia del Manchester United, y al calor de sus números, de la historia del fútbol.
38 títulos en los 26 años de profesión avalan la gestión de un técnico que llevó a los diablos rojos a convertirse en el mejor club de la historia reciente de la Premier League, superando al Liverpool, que era la entidad que ejercía su supremacía en las décadas de los 70 y los 80. "El trabajo duro siempre supera al talento natural cuando el talento natural no trabaja lo suficientemente duro", solía afirmar el escocés para explicar las claves de su éxito.
Un negocio a la baja
Sin embargo, como también muestra otra de las frases que reflejan a la perfección su modo de entender el deporte rey, "el fútbol es cada vez más un ajedrez y en el ajedrez, si pierdes un segundo la concentración, estás muerto". Eso es lo que parece haber pasado al Manchester United, que desde que dejó escapar a este mito del balompié mundial, no ha conseguido incluir más que un sólo título en sus repletas vitrinas.
Ni David Moyes, ni ahora Louis Van Gaal han logrado siquiera levantar un trofeo de los más prestigiosos con todo lo que ello implica a nivel deportivo y también a nivel económico.
Los beneficios del Manchester United se han esfumado en 2015 al calor de un equipo que no logró clasificarse para la liga de campeones y que, por ende, quedó sin una fuente de entrada de dinero considerable.
Sus ganancias netas han marcado su nivel más bajo desde 2010. Lejos quedan los 146 millones de libras que registró en 2013, el último año en el que Sir Alex Ferguson dirigía a sus pupilos. E igual ha ocurrido con sus ingresos, que apenas han registrado un nimio crecimiento en los últimos dos años al calor de un 2015 para olvidar. No en vano, en el último ejercicio, sus ventas han registrado un retroceso del 8% respecto a los acumulados en 2014.
Después de una inversión de cerca de 140 millones de euros en fichajes esta temporada para lograr crear un equipo ganador, los resultados siguen sin apreciarse en la tabla clasificatoria que revela un equipo que cerró la vigésimonovena jornada de la Premier Leage en la sexta posición de la tabla clasificatoria, aún sin tener acceso a los puestos que dan acceso para la competición europea por excelencia, la Champions League.
Adiós a la tradición
Sea como fuere el club, en propiedad desde hace casi una década de la familia Glazer, ha dejado de estar rodeado por su halo mitológico. El liderazgo autocrático que Ferguson ejercía en el vestuario no ha encontrado sustituto y ahora el modelo deportivo -otrora base de sus ingresos, fuente de elogios y espejo de innumerables clubs en el Viejo Continente- no da la sensación de haberse convertido en prioritario para los gestores estadounidenses de esta entidad.
Según afirman desde Nomura, terminar la temporada sin lograr clasificarse para la competición europea "tendría un impacto en su beneficio bruto de 25 a 28 millones de libras, es decir, unos 36 millones de euros".
Un año para olvidar en bolsa
El multimillonario acuerdo con Adidas (cerca de 1.000 millones de euros) para vestir al cuadro inglés tras 13 años de asociación con Nike, o la elevada fuente de ingresos que suponen los derechos de televisión para la entidad, no han sido suficientes como para que los diablos rojos consigan ganancias netas en 2015 y eso se deja sentir en el parqué. Las acciones del Manchester United cotizan en niveles no vistos desde que Sir Alex Ferguson regentaba el club. De hecho, en lo que va de ejercicio, su precio ha caído más de un 20%. Una depreciación similar a la que se produjo en mayo de 2013 cuando The boss anunció su retirada.
Desde entonces, ni los jugadores del equipo, ni los aficionados, ni siquiera los accionistas, han sido capaces de olvidar a una figura mítica dentro y fuera de los terrenos de juego.
Y mientras tanto los títulos bursátiles de otros clubs de fútbol cotizados en el mercado de renta variable europeo registran ganancias en lo que va de año. Equipos turcos como el Besiktas -el precio de sus acciones se ha duplicado desde enero-, el Trabzonspor o el Fenerbache consiguen elevar el precio de sus acciones. Y no son los únicos. El Olympique de Lyon francés o el Sporting de Lisboa logran también un comportamiento positivo en el año. De hecho, el Stoxx Europe Football, el índice europeo en el que los clubes cotizan dentro de Europa y que reúne a equipos de gran calado en el ámbito deportivo registra en 2016 un avance del 15%.
Pese a todo, las posibilidades de lograr acabar el año en puestos que den acceso a la Liga de Campeones se mantienen vivas.
"Todavía creemos que el United puede acabar entre los cuatro primeros, de modo que el club pueda participar en la próxima temporada de la Liga de Campeones", afirman en Nomura. Se encuentra ensexta posición con 47 puntos, a tres del su vecino, el City, y de los puestos de Liga de Campeones.