
La eurozona se encuentra en una encrucijada de la que necesita salir cuanto antes por el bien de su economía. Cuanto antes resuelvan sus problemas Alemania, Francia e Italia, antes se podrán implementar medidas que vayan en la misma dirección y ayuden a Europa a salir del bache que atraviesa en estos momentos. Unos problemas que se centran en dos frentes: la compra de deuda soberana por parte del BCE y el incumplimiento del pacto fiscal. Draghi advierte de que los países del euro se encuentran en un "punto crítico".
El conflicto entre países también ha pasado al terreno personal. Ayer se hizo 'público' que la relación entre Mario Draghi (presidente del BCE), Jens Weidmann (presidente del Bundesbank) y Angela Merkel (canciller de Alemania) está rota. Las diferencias entre las recetas que predica y aplica el italiano desde el BCE y las que recomiendan y ponen en práctica los alemanes en su país son abismales.
Esta falta de encuentro y las nefastas previsiones económicas que se pronostican para la eurozona han provocado que la tensión y los riesgos políticos sean muy elevados dentro del área monetaria.
División en la eurozona
El estancamiento económico y el legado de una crisis que no se termina de superar está dividiendo Europa, asegura The Wall Street Journal. Simon Nixon, jefe de análisis del periódico norteamericano en Europa, se pregunta qué es la eurozona ahora mismo y qué busca para el futuro: "¿es el euro una divisa fuerte sostenida por la disciplina fiscal, la competitividad de sus economías y la responsabilidad de sus Estados? o ¿es una divisa que confía en el gasto público, la depreciación del euro, el crecimiento de la inflación y, en última instancia, una mutualización de deuda?"
Estas dos estrategias están chocando en Europa: Francia e Italia se han negado a cumplir con los objetivos de déficit y el Pacto de Estabilidad. El Gobierno de Italia ha llegado a publicar en su página web una carta del vicepresidente de la Comisión Europea, en la se advertía al país transalpino sobre su desviación del déficit y el incumplimiento del Pacto de Estabilidad, como el que exhibe un trofeo en la estantería de su casa.
Por su parte, Francia presentó unos presupuestos en los que prevé que el déficit público acabe en 2015 en un 3,8%, en 2016 en un 3,8% y en 2017 en un 2,8% sobre el PIB. De modo que, el país gobernado por François Hollande no alcanzará el déficit público previsto en el Pacto de Estabilidad hasta 2017. En ese pacto se acordó no superar el 60% de deuda pública y el 3% de déficit público.
Europa está dividida, la primera economía de la zona euro, Alemania, junto a otro pequeños Estados como Holanda o Austria, van por un lado y proponen unas medidas que son radicalmente opuestas a las que defienden Francia e Italia, la segunda y tercera economía de la eurozona. Alemania siempre se ha impuesto en este tipo de 'guerras', pero ahora Italia y Francia cuentan con un aliado en una posición privilegiada, el italiano Mario Draghi, presidente del Banco Central Europeo.
Simon Nixon explica que "la prolongación del estancamiento en la eurozona lleva implícito el riesgo de que la brecha entre ambos bloques se amplíe, hasta el punto de cuestionar la supervivencia de la zona euro", cuando Alemania (Merkel y Weidmann), Francia (Hollande) e Italia (Renzi y Mario Draghi) lleguen a entenderse, la eurozona conseguirá darle la espalda a la crisis de forma definitiva.