
El ex primer ministro de Reino Unido Winston Churchill afirmó en una ocasión que "el precio de la grandeza es la responsabilidad". La ciudadanía en su conjunto viene demostrando desde hace días que es capaz de trabajar en equipo y sin fisuras. Las difíciles medidas gubernamentales adoptadas que han llevado a la gente a recluirse en sus casas, limitar sus movimientos y salir solamente para lo verdaderamente necesario tienen, en última instancia, el objetivo de frenar, todos a una, la expansión del COVID-19. Y si los ciudadanos siguen comportándose de forma responsable, las empresas no se podían quedar atrás. Por eso se han puesto manos a la obra para impulsar medidas que palien, en la medida de lo posible, los efectos que esta crisis está teniendo en la salud de las personas y en la economía.
"Para muchos de nosotros, la pandemia del coronavirus es el desafío más importante al que nos hemos enfrentado en nuestra vida", explica Ana Botín, presidenta de Banco Santander. "La magnitud de la tarea que tenemos por delante exige un enorme esfuerzo colectivo, en el que los gobiernos, los bancos centrales y otras autoridades, el sector privado, las organizaciones benéficas y las personas trabajemos juntos para limitar la propagación y proporcionar atención a los afectados, ya sea directa o indirectamente. Nos esperan meses complicados, pero confío en nuestra capacidad como sociedad para superarlo y el banco estará a la altura".
Con estas palabras de su presidenta, la entidad financiera anunciaba el pasado lunes en un comunicado algunas de las medidas de contingencia tomadas en las diferentes geografías en las que está presente. Sólo en España, 21.000 de sus empleados ya están teletrabajando (50.000 en total, si se tiene en cuenta el resto de países donde opera el Grupo) y se han lanzado préstamos preconcedidos para pymes y autónomos (por importe de 20.000 millones de euros, con tipos pagaderos a un año), una línea de financiación a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO) por importe de 400 millones de euros y se ha aplicado la moratoria hipotecaria. Además, se han cerrado algunas sucursales y se ha reducido el horario de apertura, con el equipo dividido en turnos en las sucursales más grandes para asegurar disponibilidad del servicio. Saber más.
El mismo lunes, además, el consejo de administración del banco se comprometía a revisar el dividendo a pagar en 2020 con el fin de disponer de todos los recursos que sean necesarios para apoyar a las empresas y los clientes particulares que lo necesiten. Así, el consejo ha decidido consolidar un único dividendo final, que se someterá a la aprobación de la junta general de accionistas en 2021. Por lo tanto, en noviembre de 2020 no se efectuará pago de dividendo a cuenta.
Además, la presidenta, Ana Botín, y el consejero delegado de la entidad, José Antonio Álvarez, han decidido renunciar al 50% de su retribución (fija y variable) de 2020, mientras que la compensación de los consejeros no ejecutivos se reducirá un 20%. La entidad señala también que la Comisión de Retribuciones del Grupo y los órganos correspondientes en cada uno de los países propondrán trasladar este compromiso al resto de los equipos directivos en los mercados en los que opera.
La entidad financiera ha donado 4 millones de euros para habilitar 2.000 nuevas camas en el hospital de campaña de Ifema
Precisamente, con estos recortes y con aportaciones voluntarias de sus empleados, Santander nutrirá un fondo solidario que pretende proporcionar equipamiento médico y otros materiales esenciales necesarios para tratar a los pacientes infectados. Se espera que, en total, se puedan reunir alrededor de 25 millones de euros.
En este sentido, la compañía ya ha donado 4 millones de euros a la Comunidad de Madrid para habilitar 2.000 nuevas camas en el hospital de campaña de Ifema y comprar respiradores para las UCI, y ha destinado otro millón de euros a la compra de un millón de mascarillas que enviará al Ministerio de Sanidad para repartir por todo el territorio español. Además, ha acordado con las autoridades distintas fórmulas de ayuda para organizar los catering del personal sanitario que atiende a las personas afectadas en el hospital provisional de Ifema.
No realizar despidos ni ERTES
Cabe destacar también que Banco Santander ha acordado mantener los puestos de trabajo tanto en los servicios centrales de todas sus sedes corporativas como en la red de sucursales en España. En plena emergencia del coronavirus, el banco se compromete a no hacer despidos colectivos ni a acogerse a los ERTES para garantizar los 29.000 empleos directos que tiene el banco en nuestro país.
Además, ayudará a los proveedores que dan servicio en sus instalaciones, actualmente afectados por el cierre, para evitar que estas empresas se vean obligadas a despedir a sus trabajadores por falta de actividad. El banco negociará con las pequeñas contratas de servicios con más dependencia del banco en España para cubrir el pago de las nóminas de los empleados más vulnerables y pondrá en marcha iniciativas con los proveedores para dar respuesta a las necesidades más urgentes derivadas de la emergencia sanitaria.
En palabras del consejero delegado de Santander España, Rami Aboukhair, "es ahora cuando tenemos que estar más cerca si cabe de las personas y, por supuesto, de las empresas de nuestro país, y esforzarnos, si requieren de nuestra ayuda, para ayudarles a proteger el empleo".