
El Gobierno de Rusia ha afirmado este miércoles que el Ejército de Siria bombardeó este martes un almacén de los rebeldes donde había armas químicas en la localidad de Jan Sheijun, lo que provocó fugas y la muerte de un centenar de personas, la mayoría civiles, que se encontraban cerca de la zona. Entre los muertos hay 23 niños, según a Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y de Socorro (UOSSM).
"Según los medios rusos de control del espacio aéreo, ayer, entre las 11:30 y las 12:30 hora local, la aviación siria bombardeó en la zona de Jan Shijún un gran depósito de armamento de los terroristas... En el territorio de ese depósito se encontraba un taller para la producción de minas con sustancias tóxicas", ha dicho el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov.
El ejército ruso no precisa si el régimen sirio estaba al tanto de la presencia de armas químicas y hace recaer la responsabilidad sobre los "terroristas", acusándolos de poseer armas químicas (aunque esta información ha sido negada por el grupo rebelde). "Desde este gran arsenal se entregaban armas químicas a milicianos en Irak", subrayando que "su uso por parte de terroristas fue confirmado en numerosas ocasiones por organizaciones internacionales y autoridades oficiales del país".
Konashenkov ha manifestado además que estos proyectiles serían similares a los usados por grupos rebeldes en la localidad de Alepo, apuntando que "los vídeos compartidos en redes sociales muestran que los afectados en Jan Sheijun muestran los mismos síntomas de envenenamiento que las víctimas del ataque del pasado otoño en Alepo".
Los rebeldes lo niegan
Un comandante rebelde sirio ha negado este miércoles la versión rusa.Hasan Haj Ali ha asegurado que ninguna posición militar rebelde fue atacada este martes. "Todo el mundo vio el avión mientras estaba bombardeand con gas", ha sostenido.
La inmensa mayoría de la comunidad internacional ha acusado al Gobierno de Bashar al Assad de estar detrás del ataque y Turquía dice tener pruebas de lo que pasó. Por su parte, el Ministerio de Exteriores sirio ha negado la implicación del Gobierno en el presunto ataque químico de este martes, afirmando que se trata de "acusaciones inventadas" para entorpecer la "lucha contra el terrorismo" que se libra en el país.
Estados Unidos, Francia y el Reino Unido han planteado al resto de miembros del Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución condenando el supuesto ataque químico que el secretario general de Naciones Unidas António Guterres ha calificado de "crimen de guerra".
Según el balance proporcionado por la Unión de Organizaciones de Asistencia Médica y de Socorro (UOSSM), al menos 100 personas han muerto y unas 400 han sido atendidas con síntomas de asfixia tras el supuesto ataque químico.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado este miércoles que los síntomas que mostraban algunos de los heridos en el supuesto ataque químico registrado la víspera en Idlib son "consistentes" con el uso de un agente nervioso.