Global

"¡Qué desastre!" El mundo empresarial italiano, conmocionado tras las elecciones

Una bandera de Italia ondea en una calle vacía de Milán. Foto: Reuters

Desde banqueros y diseñadores de coches deportivos hasta familias fabricantes de pasta, los líderes empresariales italianos están conmocionados por los resultados electorales que amenazan con un estancamiento político y podrían retrasar reformas que consideran vitales para reavivar una lenta economía.

"¡Che casino!" ("qué desastre", en italiano), exclamó uno de los banqueros más destacados del país, hablando a título personal. "Estoy en shock", dijo a Reuters el directivo, resumiendo una extendida sensación de abatimiento después de que un partido de protesta liderado por un cómico lograse un gran éxito electoral y ningún grupo político consiguiera escaños suficientes para formar una mayoría en el Parlamento.

"Este es probablemente el peor escenario posible", dijo a su vez Francesco Divella, cuya familia comenzó a vender pasta bajo la marca del mismo nombre en 1890 en la región sureña de Puglia.

El fabricante de pasta Divella dijo que Italia necesita un Gobierno fuerte para enfrentarse a cuellos de botella que muchos empresarios creen sofocan a su economía, como un rígido mercado laboral, altos impuestos, un sector servicios poco competitivo, una excesiva burocracia y una infraestructura envejecida.

Con una deuda pública de 2 billones de euros y una historia de anémicos ritmos de crecimiento, la tercera economía más grande de la eurozona - que vio los costes de su deuda salirse casi de control al final de 2011 - difícilmente puede permitirse un prolongado limbo, mientras unos fabricantes con un récord de éxito de exportaciones luchan por ser competitivos.

Incertidumbre e ingobernabilidad

"Estamos muy preocupados por la incertidumbre y la aparente ingobernabilidad", dijo Silvio Pietro Angori, consejero delegado de Pininfarina, que diseña deportivos Ferrari desde 1950. "Una empresa que compite en mercados globales como Pininfarina necesita el apoyo de un gobierno estable que inspire confianza y pueda tomar decisiones a largo plazo", añadió.

Sin embargo, el país parece dirigirse hacia la incertidumbre, ya que la alternativa a celebrar nuevos comicios sería una gran coalición entre el centroderecha de Silvio Berlusconi y el centroizquierda de Pier Luigi Bersani, viejos enemigos que podrían tener problemas para trabajar juntas. El cómico antisistema Beppe Grillo, con un 25% de los votos, ha mostrado poco interés en cooperar con otras fuerzas políticas.

Pesimismo generalizado

Pocos empresarios creen que una gran coalición de izquierda y derecha pueda dar un ejecutivo viable que gobierne durante más de unos pocos meses. "No puedo ver la luz al final del túnel", dijo Luigi Morelli, propietario de una empresa de papel en Bari que ha visto las ventas caer un 40% en dos años.

"No espero nada porque no creo que vayamos a tener un Gobierno estable que pueda durar más allá del verano", afirmó. "Estoy pensando incluso en llevar mi empresa al extranjero".

Entre 2000 y 2010, el crecimiento anual medio de Italia ha sido menor al 0,3%, lo que no sólo la convierte en la economía más lenta de la Eurozona sino una de las más inmóviles del mundo, superada sólo por las pobrísimas Zumbabue, Eritrea y Haití. La economía italiana se ha contraído durante 6 trimestres consecutivos, un 2,2% en 2012, y la Comisión Europea espera que mengüe en un 1% este año.

"Tanto si es Berlusconi o Bersani o quien sea, lo importante es tener un gobierno que dura cinco años, hace las reformas y ayuda a la gente porque está desesperada", dijo Siro Badon, que votó al centroizquierda y posee un negocio de fabricación de zapatos cerca de Venecia.

Entre el pesimismo generalizado, Pietro Colucci, propietario de la operadora de energía renovable Kinexia, quiso mirar al lado bueno de las cosas. "Italia sobrevivió a la caída del Imperio Romano", dijo. "Y sobreviviremos a esto, pese a la inestabilidad a corto plazo".

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky