
Son muchos países, y muchas de sus economías han mostrado ser sólidas y robustas en estos últimos años de crisis. Además, en la gran mayoría de esos países se habla español y sus referencias culturales e históricas no están en absoluto lejos de las nuestras. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Franquicias y Emprendedores
Para colmo muchos de sus Gobiernos apuestan por nuevas dinámicas comerciales y por simplificar sus burocracias para facilitar la implantación de negocios extranjeros. Se trata de Latinoamérica, un lugar donde la franquicia está campando a sus anchas y donde las marcas españolas que apuestan por este modelo de negocio tienen ante sí un nuevo eldorado para su expansión.
Una expansión que puede llevarse a cabo tanto en locales a pie de calle como en el interior de los centros comerciales, cuya proliferación podría compararse actualmente con la que estos complejos tuvieron en España en los años previos a la crisis. Centros comerciales que especialmente están muy activos y desempeñan un importante papel dinamizador para las economías de Brasil, Argentina y México, según explica Diego Elizarrarás, secretario general de la Federación Iberoamericana de Franquiciadores.
Crecimiento económico
Aunque la ebullición de las economías de la mayor parte de América Latina podría aceptar cualquier concepto, el directivo puntualiza que las franquicias -tanto nacionales como extranjeras- que más tirón tienen en esa parte del continente americano siguen siendo las vinculadas con la alimentación y la bebida, es decir, hostelería y supermercados. Sin embargo y a diferencia de lo que ocurría en la última década, Elizarrarás avisa de que también hay hueco para las consagradas a la salud, la belleza, la educación y las mascotas.
Eso sí, independientemente del sector de actividad de la marca, el director de la FIAF -compuesta por las asociaciones de franquicias de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, España, Guatemala, México, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela- advierte que las marcas extranjeras, las españolas incluidas, tienen ante sí la dificultad de colarse en la lista de las más elegidas por los consumidores, tradicionalmente fieles a las locales.
Otra de las dificultades a las que se enfrentan las marcas foráneas tiene que ver con la legislación, especialmente en Brasil, considerado uno de los más complejos y, según Elizarrarás, con "las políticas proteccionistas" de algunos países. Países en los que tampoco son fáciles, según se desprende de sus palabras, ni los registros de marcas ni los entresijos de las leyes de la propiedad intelectual.
Vastas extensiones
A eso se suma la dificultad que entrañan las vastas extensiones geográficas que ocupan muchos de esos países y que hacen que sea necesario adaptar cada concepto de negocio no sólo al país, sino a las diferentes culturas de cada Estado.
De ahí que Elizarrarás apueste por tropicalizar cada franquicia que, según ha explicado en varias ocasiones en estas páginas Eduardo Abadía, director ejecutivo de la Asociación Española de Franquiciadores, consiste en adaptar cada negocio -independientemente de que esté relacionado con la moda, la hostelería, la estética...- a los gustos y costumbres locales del lugar de implantación de cada firma.
De ahí que Elizarrarás aconseje a las marcas españolas que quieran hacerse un hueco en la región apuntarse en la agenda, estar pendiente de sus conclusiones y si es posible acudir a algunas de las ferias y salones de franquicias más importantes de América Latina. De todas las existentes, el directivo recomienda la de Buenos Aires (Argentina), Montevideo (Uruguay), Sao Paolo (Brasil) y México DF (México).
Mercados prioritarios
A la hora de analizar qué mercados pueden resultar más beneficiosos, Elizarrarás sostiene que, teniendo en cuenta a todos los países que integran la FIAF, Portugal es donde hay más redes y establecimientos de franquicias españolas.
Al otro lado del Atlántico las oportunidades están, a su juicio, en Colombia, Perú, Uruguay, Argentina o Paraguay. A esa lista también se suman, según sus datos, Brasil y México. Un país que "representa en sí mismo un gran mercado y una excelente plataforma para desarrollarse en otros lugares, incluido un acercamiento a EEUU y sin duda a Centroamérica, con un mercado natural integrado por varios países, donde existen condiciones favorables para la franquicia como en Guatemala, Panamá o Costa Rica".
Independientemente del lugar elegido, Elizarrarás sostiene que las franquicias españolas, al igual que las de cualquier otra nacionalidad extranjera a la zona, han de acudir a Latinoamérica teniendo muy claro si quieren entrar solos, con tiendas propias y luego franquicias, o con franquicias directamente, si prefieren hacerlo con un socio local que podría desarrollar el rol de masterfranquiciado -el que tuviera los derechos de explotación de la marca en un país o en una zona concreta de un país-; o mediante una joint venture que construyan con otra empresa del país destino. Para Elizarrarás "contar con un franquiciado maestro sin duda soluciona muchas cosas, aunque aquí el reto es encontrar a la persona". Para lograrlo, el directivo mantiene que "hoy en día cada vez existen más operadores exitosos que serían contactos claves".
Una posibilidad que, sin embargo, se antoja difícil en países con grandes extensiones territoriales como Brasil o México ya que "salvo que se tratase de un gran operador, es difícil pensar en alguien con toda la capacidad de desarrollar el país entero".
Respecto a la opción de acudir a algún consultor especializado en franquicias, el director de la FIAF sostiene que esto "depende mucho de la madurez de la marca en términos de internacionalización", y matiza también que "muchas de estas respuestas se resuelven con investigación puntual y planificación estratégica".
En definitiva, para la FIAF en esta parte del mundo hay "un gran futuro para las empresas que estén dispuestas a hacer crecer sus redes de negocio de manera profesional y por mucho tiempo", concluye.