Franquicias

Estar bajo el paraguas de una franquicia facilita la recuperación

  • El sistema ya demostró en anteriores crisis mayor capacidad de adaptación
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Una vez que se ha logrado aplanar la famosa curva, y tras comenzar la fase de desescalada, las empresas empiezan a pensar en su recuperación y en la vuelta a la normalidad, o al menos a esa nueva normalidad que anunció el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Para el sistema de franquicias, afectado como cualquier otro sector por esta crisis sanitaria y económica, la situación no es distinta. Durante estas primeras semanas de crisis, las centrales apoyaron a sus franquiciados para ayudarlos a sobrevivir. Y ahora les toca trabajar juntos, a franquicias y a franquiciados, para retomar cuanto antes la actividad y evitar que los daños económicos sean irreversibles.

Pero, ¿qué se van a encontrar ahora las franquicias al retomar su actividad? "Como todo el comercio en general, la mayoría de establecimientos se encuentran cerrados", apunta Gabriel Moyá, director de Franquicias de Banco Sabadell. "Pero hay que recordar que en momentos de crisis anteriores el sistema de franquicias se ha comportado mejor que el resto, y esta vez seguro que se repetirá, adaptándose al nuevo entorno y saliendo reforzados", asegura el experto.

"Nuevas normativas, nuevas exigencias, nuevas formas de trabajo, adaptaciones estructurales y un largo etcétera van a ser habituales y estar bajo el paraguas de una organización/marca, siempre será una ventaja frente al resto", admite Moyá.

Por supuesto, la recuperación no será igual para todos los sectores. "Hay sectores que en estos momentos están teniendo un crecimiento espectacular, otros que se están adaptando al entorno para poder salir reforzados, unos de una manera más rápida y otros más lentamente", explica Moyá. Y también "están los que puede que no consigan adaptarse", lamenta, "que esperemos que tarde o temprano encuentren otras líneas de negocio".

Como en toda crisis, también aparecen nuevas oportunidades para los emprendedores. "Este entorno nos fuerza a cambiar, nos empuja a adaptarnos, a hacer rápido lo que pensábamos que tardaríamos años en hacer", admite el responsable de Banco Sabadell. "El papel de las marcas es primordial, pero también la inversión que nos ayude a adaptarnos al nuevo entorno, ha sido un acelerador digital y tecnológico. Las marcas están ofreciendo planes de apoyo a sus franquiciados, para ayudarles en esta situación, asesoramiento, resolución de dudas sobre ayudas, cierres, alquileres, etc., pero además están preparando el cambio para crear y trabajar las oportunidades tan necesarias ahora", señala. "El entorno puede ofrecernos mayor rapidez en la expansión de negocios nuevos a explotar, posibilidad de locales con precios más ajustados, fusiones o compras de competidores para hacerse más fuertes, mayor competitividad en precios y en servicios lo que llevará a optimización de recursos".

Vuelta a la normalidad

Las enseñas ya están trabajando para adaptarse a este nuevo escenario, poco a poco. Es el caso de Pans & Company, del grupo Ibersol, que ha retomado su actividad a través del servicio de entrega a domicilio, así como el de take away, en las ciudades de Madrid, Barcelona y Salamanca.

Cumpliendo con la normativa establecida por el Gobierno, los cinco restaurantes permanecen cerrados al público, aunque están operativos a través de las principales plataformas de delivery y el servicio de take away.

Otro de los grupos que trabaja para recuperar su actividad es la cadena de yogur helado llaollao. La cadena murciana ha puesto el foco fundamentalmente en dos puntos: la seguridad de clientes y empleados, y la recuperación de su servicio de delivery, con cambios y mejoras ante la creciente demanda del mismo.

Los establecimientos de la cadena contarán con mamparas, dispensadores de gel hidroalcohólico o indicadores en el suelo para que se respete la distancia mínima de dos metros, y se reforzará el pago contactless para que el contacto sea mínimo, sin dejar de convertir la visita a sus tiendas en una experiencia agradable, cómoda y que traslade confianza a sus clientes. Además, los empleados contarán con EPI y recibirán formación al respecto.

"Hemos creado mamparas que colocaremos sobre nuestros mostradores, para que nuestros empleados se sientan seguros, y los clientes puedan acercarse a elegir los toppings, salsas o crunchs para su llaollao, y disfrutar del mismo con la confianza de saber que estamos respetando todas las normas", explica su fundador, Pedro Espinosa.

Por otro lado, llaollao, que contaba con servicio de delivery en gran parte de su red de espacios, vuelve a retomarlo con fuerza, consciente de la tendencia en alza del mismo. La compañía decidió inhabilitarlo desde el comienzo de la cuarentena, una decisión que partió de los propios valores de la marca.

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