El final del verano y la vuelta a la rutina provocan que uno de cada tres trabajadores se plantee cambiar de empleo, según revela un estudio de Randstad. Sin embargo, conseguir un nuevo puesto de trabajo no es un proceso sencillo, y para lograrlo es necesario superar numerosos obstáculos.
Uno de los puntos clave en estos procesos de selección es la entrevista de trabajo. Es el momento en el que el candidato debe hacer el esfuerzo más importante para convencer a la empresa de que es el adecuado, y exige cuidar hasta el último detalle para tener éxito. Así, causar una buena impresión es imprescindible.
El estilo dice mucho de cada uno. Ya en 1975, en su libro 'Dress for Succes', el consultor John T. Molloy decía que la forma en que vestimos tiene un impacto notable en las personas que conocemos profesional o socialmente y en gran medida, a veces de manera crucial, afecta la forma en que nos tratan.
"En un mundo de emprendedores con chanclas y empresas tecnológicas donde vistes con camiseta y pantalón corto, cuesta acertar con el estilo apropiado para una entrevista de trabajo", señala Jonathan Vierne, CEO de Tailor On Road, servicio de venta de moda. "Es más fácil causar una buena impresión vistiendo tan sólo un nivel por encima de lo habitual en la empresa que te va a entrevistar. Ponerte un traje o arreglarte un poco más indica ya una predisposición a hacer un esfuerzo", añade.
Conscientes de la importancia de acertar con el estilo en la entrevista de trabajo, desde Tailor On Road, que recupera la tradición y conocimiento del sastre en su servicio de venta privada en empresas de trajes para hombre, desgrana alguna de las claves para triunfar:
1. No llamar la atención
Aunque a veces la extravagancia puede revelar al entrevistador cualidades interesantes de tu personalidad, lo recomendable es que la entrevista de trabajo verse sobre las competencias, habilidades y experiencias laborales y no por la forma de vestir.
2. Sencillez y discreción
Albert Einstein es uno de los conocidos ejemplos de genios que apostaron por la sencillez, entre otras, para evitar perder tiempo en la elección de su vestimenta. Es mejor invertir unas horas en investigar cuál es la cultura de la empresa en la que es la entrevista que en elegir la combinación de prendas y colores.
3. Evitar la camiseta
A James Dean le quedaba muy bien la camiseta blanca, Mark Zuckerberg compra las camisetas grises al por mayor y Steve Jobs guardaba una centena de polos de cuello alto en su armario. Pero, definitivamente, la camiseta no es la indumentaria ideal para una primera entrevista de trabajo. Ya habrá tiempo de marcar estilo.
4. Elegir bien el color
La canciller alemana, Angela Merkel, ha elevado a la máxima expresión el uso de las tonalidades de color hasta el punto de que se habla del 'Pantone Merkel', en alusión a la policromía de sus vestidos. Para una primera entrevista de trabajo lo mejor es apostar por colores clásicos como el azul marino o el gris y, si acaso, poner un toque de color adicional con la elección de algún complemento. Se puede usar el color de ese complemento para hacer un guiño al color del logo de la empresa. No se debe olvidar que con tonalidades neutras la imagen que se da será de mayor seriedad y compromiso.
5. Mejor sin vaqueros
Robert Redford o Mick Jagger han demostrado que nunca se es demasiado mayor para llevar un vaquero, y el príncipe George de Inglaterra, con un año de edad, que nunca lo es demasiado pronto. Si bien es cierto que los vaqueros son prenda habitual de vestimenta en empresas del ecosistema de Silicon Valley, para una primera entrevista de trabajo siempre es mejor vestir un punto de elegancia por encima del dress code de la empresa: frente a unos jeans y una camiseta, mejor un pantalón chino y una camisa; frente pantalón chino y camisa, mejor un traje.
6. ¿Y la corbata?
Richard Branson, fundador de Virgin, presume de que en su compañía no se ve una corbata y que, de hecho, ha cortado la corbata a muchas personas que le han pedido consejo. Pero ello no es óbice para saber cómo elegir bien la corbata para una entrevista de trabajo: hay que valorar el tejido (seda, lana, punto...), el tamaño (largo, ancho...), el nudo (Windsor, medio Windsor, Four-in hand...) y pensar en la ocasión para lucirla.
7. El traje no ha muerto
James Bond ha hecho alarde de estilo gracias a la impecable pulcritud de Sir Sean Connery, Roger Moore, Pierce Brosnan o Daniel Craig, que han lucido trajes a medida de conocidas firmas de lujo italiana. Desde los becarios hasta los directivos deben disponer de un traje, ya sea para uso diario o para ocasiones especiales como pueden ser las entrevistas de trabajo.