
Las sociedades de garantía (SGR) son intermediarias entre pymes y entidades de crédito que proporcionan avales -financieros y técnicos- en unas condiciones más ventajosas. En la actualidad, en España operan hasta 18 sociedades de garantía recíproca lo que facilita el acceso a estas entidades por parte de cualquier empresa.
"Podemos decir que cualquier pyme española, cualquier autónomo de nuestro país, tiene una oficina de SGR a menos de una hora de donde se sitúa", explican desde la Confederación Española de Sociedades de Garantía (SGR-Cesgar) que agrupa a las dieciocho SGR españolas junto a la Compañía Española de Reafianzamiento (Cersa), dependiente del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Los objetivos que tienen las Sociedades de Garantía, se basan en tres premisas: reducir el coste de la financiación, minimizar el riesgo de los financiadores y maximizar la eficiencia de las ayudas públicas.
Beneficios para las pymes
El aval que propician estas entidades es en muchas ocasiones un salvoconducto clave para que cualquier proyecto viable que llega a sus oficinas obtenga financiación de calidad. "Seis de cada diez empresas con apoyo de una SGR afrontan la amortización de sus préstamos o créditos en un plazo superior a los seis años", explican.
"A ello hay que sumar que el importe medio por operación que financiamos en España se sitúa en el entorno de los 90.000 a los 100.000 euros. De esta manera, con esos importes estamos garantizando su proyecto vital a muchos empresarios", añaden. Además, atienden a todo tipo de empresas desde aquellas que echan a andar, a las ya consolidadas, pero con el foco puesto fundamentalmente en las micropymes, en los autónomos y emprendedores.
Sin embargo, ¿cómo se puede obtener ese aval para recibir financiación bancaria con mejores calidades? Se puede solicitar el aval a través de las propias entidades financieras, que se aseguran el cobro de los préstamos; a través de las oficinas físicas de las SGR que en los últimos años ha aumento el número de peticiones que reciben; y también se pueden solitar a través de la plataforma virtual "Con Aval Sí", que puso en marcha SGR-Cesgar en el pasado otoño. Esta herramienta ha servido ya para gestionar un total de 2.250 expedientes, por un importe de 307 millones de euros.
Entre los beneficios que pueden aportar destacan una garantía líquida, solidaria y efectiva. Desde SGR-Cesgar apuestan principalmente por las ventajas económicas que conlleva. Sin embargo, "también hay que poner en valor nuestra utilidad, la cercanía y el conocimiento de todos los sectores pyme", declaran.
Por ello, en la actualidad hay miles de pymes con préstamos abiertos en las sociedades de garantía, que acumulan un riesgo vivo de más de 4.000 millones de euros. Además, según el último Informe de Financiación de la Pyme en España, 171.000 empresas crearán empleo si logran financiación, lo que repercutiría en la creación de 514.000 puestos de trabajo.
Además, el 85 por ciento de las operaciones que llegan a la ventanilla de una sociedad de garantía son aprobadas. Esto supone que una gran mayoría de propuestas sale adelante. Sin embargo, "en ocasiones los empresarios acuden a la SGR de su zona con un proyecto que no es viable y hemos de decirles, claramente, que no va a salir adelante, que resultará contraproducente para ellos. De modo que, en ciertas circunstancias, esa función de asesoramiento, también es reconocida por los empresarios, que pasado un tiempo agradecen esa capacidad para determinar si algo podía tener -o no- viabilidad", señalan desde la confederación.
De esta forma, cuando casi el 40 por ciento de las pymes tiene dificultades para lograr la financiación por falta de garantías, las SGR pueden ayudar mucho. "Nuestra visión del riesgo empresarial es fundamental, porque en nuestros órganos de decisión hay empresarios que pisan la calle, y esa es la diferencia fundamental que tenemos con las entidades financieras tradicionales", afirman desde SGR-Cesgar.
Aunque aún les queda mucho camino por recorrer para tener una suficiente visibilidad en la sociedad, en apenas tres años han pasado de una tasa de conocimiento del 3 al 26 por ciento.
Desde SGR-Cesgar creen que algo tiene que ver con una intensa labor pedagógica y de comunicación, de contacto institucional sin precedentes, de una colaboración básica con las entidades financieras que les han apoyado sin fisuras y que han entendido que son complementarias y pueden serles muy útiles. "Nuestro objetivo va a ser siempre ayudar a las pymes, a las que podemos decir que tenemos recursos para financiarlas", sentencian.