Pymes y Emprendedores

Una empresa valenciana crea un huerto virtual para el consumo directo

  • El cliente paga por el cuidado, la recolección y el envío del producto
Gonzalo Úrculo, cofundador de Naranjas del Carmen. eE

"Las nuevas tecnologías y en especial la logística se han adaptado a la agricultura y han permitido la creación de nuevas cadenas de suministro como el crowdfarming". Esta metodología permite a los clientes plantar árboles en su nombre y crear un huerto virtual, de forma que cada propietario paga una cuota por el cuidado, la recolección y el envío de la fruta a su domicilio. Así, tal y como cuenta Gonzalo Úrculo, co-fundador de Naranjas del Carmen, empresa que ha creado esta nueva cadena de suministro de alimentos, "no se produce desperdicio, se lleva a cabo bajo demanda y la conexión entre agricultor y consumidor es totalmente transparente".

Este empresa valenciana nació hace seis años de la mano de dos hermanos recién salidos de la universidad "con el fin de recuperar el huerto de naranjas de nuestro abuelo que había quedado medio abandonado", añade Úrculo. Sin embargo, tras unos años intentando vivir como jóvenes agricultores, se dieron cuenta de que no iban a ningún lado si no conseguían vender la cosecha directamente.

Y es que, mientras que antes los agricultores miraban al cielo para ver si iban a tener una buena cosecha, los de ahora, por el contrario, tienen que mirar al mercado de valores, "porque muchos de los alimentos se han convertido en un commodity", señala Úrculo.

Sin embargo, "la cadena tradicional de suministro de alimentos es muy ineficiente y no completa la satisfacción de todos los consumidores", comenta Úrculo. De hecho, por contraposición a otras industrias como la telefonía, donde se fija un precio por el producto, en la agricultura primero se produce y después se fija el precio de venta de la fruta, que puede ser menor al coste que ha tenido la producción, con lo cual "producimos a ciegas, sin saber el precio?", afirma uno de los hermanos Úrculo.

Gestión y seguimiento propio

Otro de los puntos clave de la iniciativa que ha lanzado Naranjas del Carmen es que cada cliente "pueda gestionar su árbol y hacer seguimiento de su crecimiento y evolución", añade Úrculo. Con esta propuesta, la empresa valenciana quiere "seguir estrechando esa relación agricultor-consumidor, y que cada árbol que se plante o cada fruta que se cultive se haga por encargo directo del consumidor final y también buscando la máxima calidad", tal y como comenta Úrculo, devolviendo así el sabor a muchas frutas y verduras que lo han perdido.

Así, el papel de estos jóvenes agricultores cambia de forma radical en esta nueva cadena de crodwfarming, "ya no somos dueños de la cosecha ni especulamos con su precio, ya no arriesgamos nuestro trabajo cada año sin saber cuál será el precio de venta. Nuestro huerto se ha convertido en el huerto de nuestros clientes", añade Úrculo. Así, este proyecto agrícola se enlaza con el comercio electrónico, recibiendo el soporte para ecommerce de Slimpay, un sistema de pagos por suscripción.

En la actualidad, hay una parte de la sociedad que tiene cada vez más cultura alimentaria, que busca y se interesa por el origen de los alimentos y cómo han sido cultivados. Por eso Naranjas del Carmen, adopta esta forma de producir en la que, de alguna forma, los clientes recogen las frutas que ellos mismos han visto crecer.

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