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¿Sabe cuál es su mejor perfil? Con los programas de retoque fotográfico, todos serán buenos

Ejemplo de una de las fotografías retocadas en una de estas páginas web. Montaje: eE
Hay que tender a la perfección. Este es, a grandes rasgos, el mensaje que con el que nos bombardean a diario desde la pantalla del televisor, los escaparates, las páginas de revistas y demás plataformas mediáticas. Su presencia se intensifica, si cabe, con la cercanía del verano y su consecuente 'plan bikini' o 'plan bermudas', según el sexo respectivo.

El abanico de posibilidades que se despliega ante todo aquel que quiera sustituir un aspecto blancurrio y sedentario por otro bronceado y terso es infinito. Desde cremas hasta aparatos que dan masajes, pasando por la tan de moda cirugía estética. Eso sí, todas tienen en común un alto índice de constancia, sacrificio y gasto -el coste medio de este tipo de intervenciones ronda los 2.000 euros y el de un aparato anticelulítico puede alcanzar los 200 euros- que, en ocasiones, puede causar pereza a almas poco atribuladas por el canon estético.

Cambiar de apariencia sin mover un dedo

Para estos casos en los que reticencia a moldear la materia prima se aúna con la necesidad, lo último es imitar a las celebridades del papel couché y jugar con los recursos de los programas de retoque fotográfico.

Aunque las estrellas del cine y la pasarela suelen ser bellezas naturales, existen una serie de trucos con los que cualquier rostro acaba resultando resplandeciente. Hasta ahora, este 'poder' sólo estaba en manos de fotógrafos y editores de medios especializados, pero con la llegada de Internet el tratamiento de la imagen se está democratizando y se pone a disposición de cualquiera que pague por ello.

Por un módico precio

En páginas como Touch of Glamour se ofrecen mejoras de labios, pelo, orejas, ojos o nariz; aunque, en vista del resultado, está claro que el retoque estrella es la iluminación. A partir de un precio base de 40 dólares -unos 30 euros-, por arte de magia desaparecen arrugas, sombras y granos, dando paso a un rostro lozano y lleno de glamour.

También con la iluminación y la coloración trabajan en Best Photo Repair. Su fuerte, la restauración de fotos antiguas, a las que les devuelven la calidad necesaria para que vuelvan a lucir como cuando fueron tomadas.

Sólo para el retoque

Algunos programas genéricos de tratamiento fotográfico, como el Photoshop o el GIMP, ofrecen múltiples plug in para expandir su capacidad y adaptarlo a las necesidades del usuario. Sin embargo, ante la creciente demanda de estos servicios algunas empresas han apostado por especializarse y crear programas específicos.

Es el caso de Anthropics Technology, que fabrica y comercializa su propio software por 39,95 dólares, el PortraitProffesional. Con él ponen a disposición del comprador unas 80 formas de realzar la belleza de cualquier rostro mediante una serie de algoritmos que corrigen su forma y tamaño automáticamente.

La eficacia de estas alteraciones fue comprobada, antes de salir al mercado, en la versión anglosajona de Sexy o No, donde las fotos retocadas recibían calificaciones más altas que las originales.

Cuando se trata de un uso informativo, la alteración de imágenes está prohibida y se vigila estrechamente –un fotógrafo de la agencia Reuters fue despedido este verano por manipular imágenes del Líbano-. Sin embargo, cuando se trata de fines estéticos, los límites éticos son menos relevantes.

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