
El presidente del Gobierno arremete contra el fichaje "de última hora del PP" y cuestiona el sueldo del ex presidente de Endesa "con lo poco que sabe de economía". La economía se ha convertido en el tema central del primer mitin en la campaña electoral socialista. El escenario: el Palacio Municipal de Deportes de León, la tierra de José Luis Rodríguez Zapatero.
"Con la economía no se puede jugar, no se puede mentir, manipular y meter miedo porque no hay motivos como tal", ha apuntado tajante Zapatero para reiterar que la economía está fuerte y que su objetivo es superar a Francia en renta per cápita.
Tomando como pretexto la resaca del debate electoral celebrado ayer entre Pedro Solbes y Manuel Pizarro, Zapatero ha aprovechado para criticar duramente al hombre económico del Rajoy.
Primero, en un guiño a su número dos, ha asegurado que se trata de un fichaje "de última hora". La consecuencia, según Zapatero, le ha llevado a recibir "un baño adecuado como el que ayer le metió Pedro Solbes". Después, ha cuestionado el sueldo del anterior ex presidente de Endesa: "Con lo poco que sabe de economía, no sé cómo se lo montan", ha añadido.
Tono distendido
Pero hubo para todos. Después, le ha tocado el turno a su rival directo. Zapatero ha cuestionado que Rajoy ha descubierto ahora "a la gente que se levanta a las siete de la mañana". En este punto, su discurso ha tomado un tono distendido al contar una anécdota ocurrida con un trabajador de la fábrica Fasa Renault esta semana en Valladolid.
"Me comentó que le dijera a Rajoy que él se levantaba a las cinco de la mañana y me ha debido hacer caso porque ayer sólo hizo referencia a los trabajadores que se levantan pronto", ha bromeado. Sin embargo, este enganche lo ha utilizado para volver a arremeter contra Pizarro. "No sé si a Pizarro lo considerará un currante, si lo es, es un currante privilegiado", ha ironizado.
En lo político, Zapatero ha rebatido ante 6.000 personas la falta de propuestas de una derecha que no es europea, ha pronosticado que lo que se va a romper el 9 de marzo es el PP y no España, ha criticado la deslealtad de los populares en materia antiterrorista y ha definido la firmeza, en alusión al ex presidente Aznar, como la capacidad de decirle al presidente de Estados Unidos "me voy de Irak y ahí te quedas con la guerra".
Nuevo boicot
El fin de fiesta de un acto, en el que las protestas de los funcionarios de justicia han vuelto a acaparar el protagonismo hasta en tres ocasiones, ha venido precedido de un "todo lo que soy en la vida pública, lo soy gracias a León". A su lado estaba el también leonés y ministro de Defensa, José Antonio Alonso, número uno por una ciudad que en las pasadas municipales consiguió tres diputados para el PSOE, frente a los dos representantes del PP.
Rajoy en Ciudad Real
El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró esta noche que si gana las elecciones "gobernará para todos" porque España "no es de derechas o de izquierdas" y "el sentido común, la moderación y la sensatez están por encima de las ideologías".
Tras señalar que quiere "tolerancia y tranquilidad", reclamó el voto a todos aquellos que "dieron su confianza al PSOE" porque el PP, recalcó, defiende "mejor España, la la lucha contra el terrorismo y los intereses reales de las personas". "Ahora es el momento de decir que España es "una nación de ciudadanos libres e iguales".
Según dijo, eso lo piensa la mayoría de los ciudadanos "salvo" el presidente del Gobierno, que "ha dicho que España es una nación discutida y discutible". "Ese no puede ser el próximo presidente de España", enfatizó, cosechando un caluroso aplauso. "Es el momento de decir que queremos seguir siendo españoles", aseveró.
'Qué viva España'
Rajoy lanzó este mensaje en el mitin que ofreció esta noche en el Pabellón Puerta de Santa María de Ciudad Real, ante más de tres mil personas, que aclamaron al líder del PP como 'presidente', llamaron 'embustero' a Zapatero en repetidas ocasiones y corearon 'España, unida jamás será vencida' o 'Qué viva España'.
Una noche más, recordó a los asistentes la conversación que mantuvieron Zapatero y el periodista Iñaki Gabilondo cuando habló de "tensión, dramatismo y crispación". "Eso es lo que quieren. Le hemos pescado, es el viejo truco de siempre, ahora no paran, son incansables, la han tomado con el PP y conmigo, ya no saben qué decirme, soy su programa electoral", ironizó.
Ofreco ilusión y cambio
A continuación acusó al Gobierno de no tener programa y de haberse dedicado los últimos cuatro años a "crear problemas, organizar líos y no resolver nada". Y afirmó que frente a eso ofrece "ilusión, cambio" y "gobernar con la cabeza y el corazón".
"Quiero tolerancia, quiero tranquilidad, quiero acuerdos y voy a pedir el voto a aquellos que dieron su confianza al PSOE porque defendemos mejor España, la lucha contra el terrorismo y los intereses reales de la personas", resaltó.
En materia económica, el líder del PP volvió a desacreditar la promesa del Ejecutivo de devolver 400 euros a los españoles que declaren el IRPF. "¿A quién se le habrá ocurrido tamaña genialidad? -se preguntó-. Eso no es ni socialista, ni obrero y es dudosamente español". Por eso, indicó que si gana las elecciones hará "otra política económica". "Tenemos equipo, tenemos gente y programa económico y tenemos a Pizarro", exclamó, recibiendo un caluroso aplauso.
Rajoy señaló que el presidente del Gobierno "vive en el país de 'Alicia en el país de las maravillas' y por ello defendió la necesidad de que el próximo 9 de marzo se produzca un "cambio político", dado que Zapatero, dijo, "lo ha hecho muy mal y se puede hacer infinitamente mejor". Aseguró que será un presidente "previsible" porque a España "le conviene un rumbo fijo" y pidió "tolerancia, concordia, unir y no dividir". "A eso es a lo que me comprometo", concluyó.
"¡Qué machistas!"
La presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, aprovechó su intervención para criticar la gestión del Ejecutivo socialista, al que acusó de "dividir a los españoles" entre "españoles de primera y de segunda" y "españoles buenos y malos".
También sacó a colación los últimos intentos de agresión a las dirigentes del PP Dolors Nadal y María San Gil, así como la candidata de UPyD, Rosa Díez, y llegó a hablar de "vergüenza" al referirse a la reacción de los socialistas ante estos hechos. "Qué vergüenza esos señores del PSOE, como Felipe González, diciendo que a él también le agredieron y no se puso a llorar. Qué machistas y qué rancios son", proclamó.