
¿Sabías que la gilda fue el primer pintxo que se tomaba en las barras del País Vasco? ¿Y que fueron los veraneantes del interior de la Península los que bautizaron así a los manjares en palillo? Si además de adentrarte en las tradiciones y la historia culinaria vasca, te apetece aprender a cocinar un buen marmitako o unas croquetas de bacalao sin dramas, acabas de encontrar tu nueva biblia gastronómica.
Marti Buckley cambió los fogones de la cocina en la que trabajaba en Alabama (Estados Unidos) por un teclado en San Sebastián acodada en una barra de pintxos. Desde hace 11 años, la ahora también escritora ha explorado los rincones gastronómicos del País Vasco desde las tripas de la tierra, pero aportando una mirada foránea y apasionada.
Bucear en las grutas de la gastronomía vasca, sin embargo, es hacerlo en su sociedad. Costumbres, tradiciones, comportamientos de hombres y mujeres de Euskadi están íntimamente ligados al arte de cocinar y de comer.
En su libro La cocina vasca (Planeta Gastro), Buckley nos propone un auténtico viaje por el País Vasco donde historia, cultura y tradición quedan engarzadas con las clásicas recetas de la merluza en salsa verde, la tortilla de bacalao o del juvenil calimocho. De manera imperceptible, casi orgánica, pasamos de merodear por los entresijos de una sociedad gastronómica a las instrucciones para elaborar unos pimientos rellenos. Tal y como sucede en la vida vasca.
El acierto de este volumen multipremiado (elegido el mejor libro de cocina del año por The New York Times y Premio Euskadi de Gastronomía a la mejor publicación) radica en superar el clásico libro de recetas para ofrecer algo más, una experiencia cultural necesaria para comprender la pasión vasca por la comida y por qué la vida gira en torno a ella.
Entre sus páginas encontraremos auténticas curiosidades, como la historia de la barra de pintxos -el nombre de estos manjares lo inventaron los veraneantes del interior del país-, el proceso para conservar las anchoas o los secretos para maridar el chacolí. También nos conducen por el interior de los mercados y de las sidrerías.
Y lo más importante. Su recetario clásico no entierra al cocinero aficionado en una lista interminable de ingredientes y elaboraciones imposibles. Si te apetece cocinar cualquiera de estos platos estrella -los mejores pintxos, carnes, pescados, guisos, pasteles y bebidas-, te animarán a hacerlo unas claras instrucciones y una relación breve de ingredientes, además de unas fotografías perfectas para soñar con un delicioso resultado final.