No sigas echándote el perfume en el cuello antes de salir de casa: puede ser perjudicial para la salud y crear "un punto débil"
A la hora de prepararse para salir cada uno tiene su propia rutina. Se trata de una serie de pasos que se hacen casi como gestos mecánicos. Una de las más frecuentes es la de perfumarse, una manera de terminar de arreglarse y potenciar el resultado final.
Usar una colonia o perfume diariamente puede dar una sensación de fortaleza y autoridad, ya que muchas veces con el olor se puede identificar a una persona. Por norma general se aplica en las muñecas y luego estas se frotan en el cuello para que se impregne bien. Sin embargo, esta podría no ser la mejor opción para la salud de la piel.
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1. Un posible problema
En redes sociales circulan muchos rumores sobre buenas prácticas a la hora de usar determinados productos y la colonia no podía ser para menos. Entre las más escuchadas está la de que ponerla en el cuello "se absorbe y actúa como disruptor endocrino afectando a la tiroides".
El experto y técnico de salud Miguel Assal comparte esta teoría en sus redes sociales dejando claro, eso sí, que esta se puede "considerar un mito". Por el momento "no hay suficientes estudios" que lo demuestren y en la comunidad científica se estima que esto es altamente improbable, pero "no se descarta".
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2. Características de los perfumes
En el mercado existe una gran variedad, aunque todos están caracterizados por tener tres partes fundamentales:
- Notas de cabeza. Es la proporción más intensa y volátil de una fragancia. Básicamente constituye la primera impresión que se tiene de un perfume.
- Notas de corazón. Es el carácter que tiene la fragancia y constituye el matiz, la esencia, del propio perfume.
- Notas de fondo. Son las más persistentes y se pueden quedar en la piel o la ropa cuando ya se haya evaporado completamente el perfume llegando a permanecer por varios días.
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3. Lo que hay que considerar
A pesar de que ello hay muchas más cuestiones que tener en cuenta a la hora de emplear determinadas colonias, sobre todo aquellas "no homologadas".
Muchas ocultan sus componentes en la parte de la etiqueta que está pegada a la botella y pueden tener sustancias altamente irritantes para la piel.
Aplicar directamente la colonia sobre el cuello puede provocar dermatitis de contacto, fotosensibilidad o irritación en personas con pieles sensibles o que abusan de estos productos.
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4. La solución
El experto Miguel Assal recomienda en su canal que lo mejor es evitar echarlo en la piel: "Muchas fragancias son fotosensibles y si te lo aplicas exponiendote al sol esa zona será tu punto más débil. Si lo haces de forma repetida: envejecimiento y manchas en la piel. Así que echatelo en la ropa y ya está", apunta.
