
Adiós a la humedad en la nevera: usa el sencillo truco de la puerta antes de apagar la luz en tu segunda residencia
Con la llegada de las vacaciones muchos hogares se quedan vacíos durante semanas. Y uno de los electrodomésticos que más quebraderos de cabeza puede dar cuando no estamos en casa es el frigorífico. Si no se gestiona bien antes de cerrar la puerta y marcharnos, es frecuente que aparezcan humedades, moho e incluso malos olores que, a la vuelta, nos obligan a limpiar a fondo o, en el peor de los casos, a tirar alimentos en mal estado. Lo cierto es que existe un truco muy sencillo y eficaz que apenas lleva unos minutos y puede librarnos de este problema. Se trata de cómo dejamos la puerta de la nevera y el congelador antes de desconectarlos.

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1. El error más común: cerrar la nevera al desconectarla
Cuando se apaga un frigorífico lleno de restos de humedad y se cierra herméticamente, el aire no circula en el interior. Eso provoca que, aunque esté vacío de comida, se creen condiciones ideales para que proliferen bacterias, moho y olores desagradables. A la vuelta de las vacaciones, lo normal es encontrarse con un olor penetrante y manchas oscuras difíciles de limpiar.

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2. El truco de la puerta: siempre entreabierta
La clave está en no cerrar nunca la puerta del frigorífico cuando se queda desconectado. En lugar de eso, basta con dejarla ligeramente entreabierta. Así, el aire circula de manera natural, se evita la condensación y el interior permanece seco y libre de olores. Un consejo extra es colocar un pequeño objeto, como una cuchara de madera o un trapo enrollado, en el marco de la puerta para asegurarse de que no quede totalmente cerrada. De esa forma, aunque la puerta haga el gesto de encajar, no lo hará del todo y se mantendrá la ventilación.

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3. Limpieza rápida antes de irte
El truco de la puerta funciona todavía mejor si se acompaña de una limpieza básica: Vacía completamente el frigorífico y el congelador, pasa un paño húmedo con agua y bicarbonato para neutralizar olores y seca bien todas las superficies con papel absorbente. Con esta preparación, al volver a tu segunda residencia encontrarás el frigorífico limpio y listo para volver a usarlo sin necesidad de fregar a fondo.