
Si olvidas el nombre de las personas al rato de conocerlas, la psicología dice que tienes estas cinco características
Seguramente, en más de una ocasión te hayan presentado a alguien y casi en cuestión de segundos has olvidado su nombre, más aún si conoces a varias personas a la vez. Aunque a simple vista puede ser solo un indicativo de que tienes una mala memoria, la realidad es que la psicología indica que podrías tener una serie de características que te distinguen del resto de personas.
A continuación, te mostramos cinco de los rasgos más particulares de este tipo de individuos.

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1. Más centrado en la conversación
Según los psicólogos, olvidar los nombres puede deberse a que las personas están más centradas en la conversación o en la presencia de la otra persona. A pesar de que esto podría suponer una desventaja en algunas situaciones, la realidad es que es un indicativo de buen conversador.

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2. Buena memoria visual
Los individuos que olvidan los nombres suelen tener como contrapunto una buena memoria para recordar las caras. De hecho, los investigadores advierten que se trata de una herencia evolutiva, puesto que para la supervivencia era más importante recordar la cara que el nombre de alguien.

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3. Empático y con inteligencia emocional
Si bien, olvidar un nombre de alguien al que acabas de conocer puede suponer que no te importa, la realidad es todo lo contrario. Probablemente, estás mucho más pendiente de otros detalles como su historia, sus experiencias o te preocupas por que se sienta cómodo.
En definitiva, tienes un alto nivel de empatía e inteligencia emocional, ya que eres capaz de ponerte en el lugar del otro.

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4. No siempre sigues la normas sociales
Si sueles tener dificultades para acordarte del nombre de alguien y no es algo que te preocupe demasiado, probablemente sea un indicativo de que no sueles seguir las normas ni las expectativas sociales.
A pesar de que para muchos podría considerarse señal de mala educación, la realidad es que puede deberse a que estás más centrado en otros asuntos también muy relevantes a la hora de conocer a alguien.

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5. Eres muy intuitivo
En estas situaciones, puede ser que hayas estado más pendiente de las señales no verbales, la energía y las emociones de la otra persona, más que detalles concretos como los nombres.
Esto permite una mayor capacidad para "leer entre líneas" y aprender más allá de lo que se dice.