Ni cada dos semanas ni una vez al mes: un experto en descanso revela cada cuánto tiempo hay que cambiar las sábanas
Lo primero es lo primero: cómo lavarlas correctamente
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1. Lo primero es lo primero: cómo lavarlas correctamente

Aunque cambiemos las sábanas con regularidad, sino las limpiamos correctamente no servirá para nada. Y es que el lavado debe hacerse de tal forma que podamos tanto asegurar la higiene como alargar la vida útil de los tejidos. 

Lo primero y principal, al igual que con la ropa, es separar las sábanas por colores y materiales para evitar que se destiñan o deterioren: las bajeras por un lado, las de la almohada por otro, etc., siempre priorizando que sean de colores parecidos. Asimismo, para las que sean de algodón delicado o mezcla de fibras, lo mejor es usar un ciclo de lavado suave.

Cuándo hacerlo con agua caliente y cuándo con templada
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2. Cuándo hacerlo con agua caliente y cuándo con templada

Los cambios de estación pueden determinar cómo lavamos nuestras sábanas, por ejemplo, cuando estamos enfermos por las bajas temperaturas del invierno. En este caso habría que utilizar agua caliente para eliminar todas las posibles bacterias y ácaros, a 60 grados o más.

Por el contrario, habremos de utilizar agua templada de entre 40 y 50 grados para sábanas de color o tejidos delicados, evitando siempre el agua fría salvo que sean de seda o bambú, dado que el calor puede dañarlas. 

Cómo secarlas y guardarlas
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3. Cómo secarlas y guardarlas

Para evitar que se encojan o deterioren lo mejor que puedes hacer es obviar el uso de la secadora y tenderlas a temperatura ambiente, dado que una temperatura muy elevada en este electrodoméstico podría dañarlas. Mientras, a la hora de guardarlas, opta por un lugar seco y ventilado, alternando juegos de sábanas para que duren más.

Siguiendo estos consejos conseguirás que tu descanso mejore, reducirás alergias y tendrás, en general, mejor salud. Pero queda lo más importante: cada cuánto tiempo es aconsejable cambiarlas. 

Una vez a la semana, lo ideal
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4. Una vez a la semana, lo ideal

Luis Doménech, especialista en descanso y fundador de Dormitorum, es tajante en este asunto. Aclara que la frecuencia ideal para lavar las sábanas es una vez a la semana, aunque dependiendo del clima es posible que tengamos que hacerlo con más o menos frecuencia. 

Por ejemplo si estás enfermo lo mejor es cambiarlas cada dos o tres días para evitar que el virus permanezca en la cama y retrase tu recuperación. Del mismo modo, si vives en una zona calurosa o húmeda deberías lavarlas cada tres o cuadro días, dado que en estos lugares el sudor se acumula con rapidez.

Si duermes con tu mascota cámbialas cada cinco o siete días para deshacerte de sus pelos y suciedad. Igual si tienes alergias o asmas: reemplázalas dos veces por semana para reducir al máximo la exposición a ácaros.


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