La ciudad más infravalorada de España que nadie quiere visitar, pero que muchos comparan con Grecia
Muchos turistas españoles viven con la mirada fija en visitar destinos fuera de la península, una concepción clásica que nos hace ignorar destinos nacionales que también tienen mucho que ofrecer. Como contrapeso a Grecia, en España existe una ciudad de las 'grandes olvidadas' cuyo paisaje, orografía y entorno natural que la rodea, se asemeja con muchos de los famosos destinos helénicos tan masificados en esta época del año. La ciudad de la que estamos hablando se trata de Cuenca, una de las auténticas joyas del corazón de Castilla-La Mancha.
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1. Cuestas y laderas con historia
La ciudad, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, encarna una fusión de historia, naturaleza y arquitectura por sus famosas calles empinadas. Una joya rodeada de barrancos y colinas que recuerdan a las antiguas ciudades construidas sobre rocas.
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2. Templos y plazas con vida
El entorno de la Catedral de Cuenca, que mezcla los estilos gótico y románico, y sus plazas adoquinadas, recuerdan a la arquitectura clásica de las antiguas ciudades griegas, con templos y monumentos que combinaban numerosos estilos.
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3. Desafiando el abismo
Las famosísimas Casas Colgadas construidas valientemente desafiando el acantilado, se asemejan a la majestuosidad y la proeza arquitectónica de las construcciones griegas que desafiaban la gravedad en los acantilados del Egeo.
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4. Balcones volantes
Uno no puede observar esta proeza arquitectónica sin evocar a los monasterios ortodoxos y templos colgantes de Meteora. Un desafío a la gravedad que también deslumbra en las fachadas conquenses.
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5. Un entorno natural incomparable
Uno de los aspectos que resaltamos como similitud con Grecia es el entorno natural que rodea a la ciudad. Cuenca está delimitada por los profundos barrancos que marcan los ríos Júcar y Huécar, creando un paisaje extremo y accidentado similar a las colinas de Meteora o las laderas de pueblos griegos como Delfos o Nafplio.
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6. No todo está en el interior
Cuenca también está rodeada de conjuntos monumentales, castillos y murallas de toda época que rememoran las ciudades fortificadas del país helénico a la perfección.
