
Varios expertos alimentarios piden no comprar esta harina en el supermercado: se relaciona con una grave enfermedad neurológica
Un artículo fundamental en todas las cestas de la compra es la harina, de la que cada vez hay más variedades. Ya sea de trigo, maíz, avena o incluso de garbanzo, desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos avisan de que existe una cuyo consumo es especialmente peligroso por estar relacionada con el latirismo, una grave enfermedad neurológica.
Estamos hablando de la harina de almortas, tradicionalmente utilizada para elaborar algunos platos típicos españoles como las gachas manchegas. La almorta es una leguminosa de aspecto relativamente parecido al garbanzo, pero de contorno cuadrado más que redondeado, que se utilizaba sobre todo en los años 40 por ser una alternativa más asequible que el resto.

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1. El consumo de almortas se prohibió en 1944
En tiempos de escasez se empezó a comer en exceso, derivando en un aumento de los casos de latirismo en España, lo que conllevó a su prohibición para consumo humano en 1944 aunque se continuó comercializando como pienso para animales. Y es que en los años 40 las gachas fueron una de las opciones de menú más repetidas entre los españoles que padecían hambruna, de ahí que aumentara el consumo de esta harina, considerada un "alimento de supervivencia".

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2. La prohibición se levantó recientemente
A raíz de los brotes de latirismo, el consumo de harina de almortas estuvo prohibido hasta prácticamente 2020, a propuesta del Gobierno de Castilla-La Mancha. Desde entonces la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) permite su uso ocasional en platos tradicionales como las gachas.
Eso sí: debe incluirse una advertencia en el etiquetado, el cuál debe especificar que contiene un nivel de ODAP inferior al 0,15% Es precisamente este aminoácido, el ODAP, el que desató la epidemia de latirismo en los años 40 y que está considerado tóxico en grandes cantidades.

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3. Qué causa el latirismo
El latirismo, también conocido como "el veneno del hambre" es una enfermedad neurotóxica que afecta a las piernas y los huesos, dado que provoca parálisis espástica irreversible en las extremidades inferiores, hiperreflexia espinal y cambios estructurales de los tejidos conectivos esqueléticos. Esta dolencia se debe, como ya hemos dicho, a la presencia del aminoácido ODAP ya que es tóxico para el sistema nervioso si se ingiere de forma continuada y en grades cantidades.
El ODAP parece lesionar las neuronas a través de una sobreestimulación llevando a la muerte neuronal en condiciones de experimentación.
Además, tal y como explica la AESAN, existe otro aminoácido tóxico presente en algunas almortas que también causa anormalidades en huesos y cartílagos, así como deformidad corporal.

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4. Quiénes deben evitar su consumo
Aunque se demostró que consumir almorta de forma ocasional o esporádico no era tan peligroso, la OCU recuerda que no se recomienda su consumo bajo ningún concepto a niños pequeños, mujeres embarazadas o en periodo de lactancia y personas con enfermedades neurológicas o predisposición a ellas.

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5. Los riesgos no se especifican en el etiquetado
A pesar de las recomendaciones de la AESAN, actualmente no existe ninguna normativa que obligue a incluir advertencias específicas en su etiquetado, lo que genera riesgos innecesarios dado que el consumidor no conoce lo peligrosa que puede llegar a ser la harina de almortas.
Es por esto que desde la OCU piden a las autoridades competentes la inclusión obligatoria de estas advertencias en el etiquetado.